Pareciera que estamos cansados de nuevos “referentes” políticos y que no tienen ningún referente doctrinal. ¿Cómo un ciudadano puede tener certeza de que los postulados de estos “referentes emergentes” tendrán estabilidad en sus propuestas sociales, valóricas, de ideas y propuestas.
Muchos de ellos son capaces de asociarse con ideologías extremas, buscando los votos que necesitan, otros se casan y se divorcian de sus grupos políticos con una promiscuidad admirable.
La gente está cansada del viejo discurso contra los políticos, que hacen otros astutos políticos. Ni siquiera hay un leve sonrojo cuando se autonombran candidatos (políticos) QUE NO SON POLITICOS… ¿creerán que somos tan ignorantes que no podremos discriminar entre sus discursos, sus propias y absurdas contradicciones?
Estamos cansados de propuestas de cambios histéricos, de inventores de lo obvio, de profetas creacionistas, de díscolos, de anárquicos, de candidatos caprichosos que no saben respetar acuerdos, que no se incomodan al quebrar sus compromisos, cuando ven que les han quitado el “cupo” que esperaban mantener por cincuenta más.
Pareciera que ya no estamos dispuestos a seguir soportando a estos samuráis sociales:
• ¿No le parece que es tiempo de hombres y mujeres que trabajen por una base de equilibrio y armonía personal y social, valorando el rol de los diversos grupos partidistas?
• ¿No le parece que junto con denunciar a los malos políticos, es tiempo de valorar la enorme importancia que tiene la política para la convivencia democrática del país ( ( y con?
• ¿Hasta cuando seguirán derrumbando las instituciones políticas, sean del color que sean?
• ¿No es tiempo de votar por aquellas opciones presidenciables que tienen claridad en sus propuestas, fuerza no solamente en temas programáticos, sino especialmente en solidez de doctrina y pensamiento?
A tanto candidato emergente, caprichoso y sordo al bien de la civilidad chilena, creo que les haría muy bien poder volver a sus fuentes de ideales, re construir las redes que tejieron en tiempo de dictaduras y fortalece el mayor bien que tenemos como sociedad: las corrientes de opinión, las opciones políticas fundadas en ideas, más que en pragmatismos electorales… no estamos para caudillismos, personalismos que solamente provocan caos cívico, angustia por la ausencia de sanos referentes.
Primeramente enganché con el título bk, me gustó.
ResponderBorrarPero el contenido es fabuloso ¿cómo hacer que tanto niño caprichoso como el meo, arrate, el colorín, el ex intendente DC... lean esto?
Bueno, felicitaciones!!!!!!!!!
Juan Santander, Concepción
Estoy y no estoy de acuerdo... me parece bien la opción de seguir el propio camino, pero por otra veo como está quedando un tutti fruti de ideas, la derecha apoyada por Flores... plop...
ResponderBorrarGraciela Vargas
Amigo:
ResponderBorrarMuy buena su reflexión.
Un abrazo,
Rodrigo López
El peligro que corre la sociedad actual, es caer en la seducción de los discursos y en las propuestas de pauta ordenada que hacen los políticos actuales; la pregunta que cabe en este aspecto es ¿Qué tanto nos importa trabajar por un país que sea más justo y acorte las brechas socioeconómicas que tanto daño nos han hecho?
ResponderBorrarWilheim Neubauer M.
Santiago
Gracias por sus opiniones, creo que hoy es tiempo de rescatar el valor de las instituciones, tema que ha insistido el Cardenal, dado que sin ellas caemos en una anarquía caudillista... pese a los aspectos negativos de los partidos políticios, de la Iglesia, del colo-colo... son instituciones que requieres ser fortalecidas, nos ordenan, nos permiten seguir de mejor por el camino del bien común.
ResponderBorrarWinston