EL IDIOMA DEL NUEVO YUPPIE.
"Yuppie", del inglés significa "Young Urban Professional", "Joven Urbano Profesional".
Una figura que surge como esteréotipo en Nueva York desde mediados de los 80's e identificado por allá de inicios de los 90's... pero que hoy vuelve a tomar sus espacios...
Los Yuppies no han muerto… han vuelto a la carga bajo diversas formas. El antiguo era formal, estricta etiqueta, corbata permanente, el nuevo Yuppie quiere demostrar simplicidad en su manera de vestir casual, en su forma simple de comunicarse, pero es un laberinto de complejidades tecnológicas, organizacionales, mentales … mire a su alrededor los verá con toda seguridad.
Algunos de sus lemas de oro:
· "Soy el mejor, perdón por provocar tus celos”
· "Esta empresa es exitosa por mi trabajo"
· "Soy un tipo simple e irreverente, tengo personalidad"
¿QUIÉN NO RECONOCE A UN YUPPIE A LA DISTANCIA?
Si hasta tienen olor a ejecutivos, son como los autos nuevos, cuando aún no se les saca el plástico y el dueño cuida que por favor no golpeen las puertas al bajarse. Su “idioma” es inentendible para el observador común, se llenan la boca de los últimos términos y conceptos sobre los nuevos 3G, el Minimalismo, lo concomitante del negocio, el cambio y los paradigmas, hagamos un break, CEO, el MBA, e-commerce, expertise, business plans.
¿Qué es un CEO? Simple: Chief executive Officer. El MBA (no diga emebea, lo podrían expulsar del salón, es un "em-bi.ei"), estudios de Master of Business Administration -MBA.
Así como los antiguos monjes se vestían con ropajes que los hacían personajes inconfundibles del pueblo, hoy la ropa de Yuppies es característica, algunos en la línea formal, otros de preferencia en la onda casual, pero todos con un estupendo look, algunos con corbata, todos con zapatos brillantes y de marca visible, siempre sin arrugas ni defectos producto de malformaciones callosas... no se sabe si es porque tienen piecesitos perfectos o renuevan permanentemente sus calzados.
Ningún buen Yuppie deja de llevar consigo su maletín, ya no tipo Jean Bond , aquellos que usaban nuestros antiguos ejecutivos, sino unos de cuero muy elegantes, pero en onda casi deportiva. En su interior el computador portátil, la agenda electrónica, el celular y algunos llevan sus pastillitas para activarse o desactivarse, según sea la necesidad.
En las tardes, ya casi noche, no le puede faltar una sesión de Internet desde donde envía comunicaciones y luego ofrece su casilla electrónica para que le dejen las respuestas de cualquier lugar del mundo.
Los Yuppies son amigos de las ruedas de negociaciones en la bolsa, en donde se grita y se gesticula, tal vez será que de allí proyectan su estilo para comunicarse con otros. Son gritones y habladores con mímica, pareciera que necesitan que los demás sepan que existen. En los cócteles se lo hablan todo, se les debe pedir permiso para hablar, son señores del análisis de todo lo que ocurre en el mundo... un Yuppie no puede estar desinformado en ningún tema, sea económico, político, religioso, esotérico o de la vida social de la realeza inglesa.
CUIDADO CON EL CONTAGIO…
Estos modelitos, signo del éxito laboral y del emprendimiento, tienden a reproducirse por “imitadores yuppies” , seguidores de sus prácticas a como de lugar… resultan a veces más agresivos y escaladores que los yuppies de marca.
Normalmente son los profesionales recién egresados quienes son más vulnerables al virus del yuppismo, que por lo general ataca entre los 25 y 35 años.
La idea siempre es aparentar que se tiene más: más conocimiento que los otros, más experiencia que los otros. Más vivencias extravagantes que los otros (saltar en beigin, nadar entre mantarrayas, estudiar con el mundialmente gurú de moda), más edad y experticia que los otros, más actualizado en la música y tendencias de todo tipo.
La mayoría de ellos son jóvenes profesionales, pero les agrada estar en el ámbito de los "Adulto jóvenes"… una suma perfecta entre juventud y fuerza, con la experiencia y solidez del ejecutivo con algunos años.
¿Dónde vive un yuppie?
No puede trabajar en pueblos pequeños, podrá tener su casa en balnearios o pueblos, lo que entrega un chick especial. “Vivo en el pueblo, pero trabajo en la gran capital que está a quince minutos…”
Su enorme ego también le impide trabajar en empresas pequeñas, aún ganando menos. Prefiere ser “cola de león, que cabeza de ratón”.
Tiende a elegir un departamento de catálogo, minimalista, pero con ventanales y vista que hablen de su inmensa capacidad para visualizar negocios y relaciones.
