¿DÓNDE ENCONTRARTE?

Tan de pronto saliste

que ya no pude encontrarte.

Me dijeron que saliste corriendo

con ganas de ocultarte.

Yo solamente me quedé

con una hebrita de tu manto.

La cogí en medio de la gente al querer tocarte.

Aquí la tengo

es simple, natural, pequeñita.

Con ella en la mano

recorreré pueblito tras pueblito

para vengar las risas de los fantasmas

que me juraban que no te encontraría.

Tengo una hebrita,

la deshilvanaré, la alargaré,

llamaré a su memoria de tejido vivo

para despertar su sangre de lino,

y poder seguir hasta encontrarte.

¿Dónde encontrarte Señor?

¿A dónde iremos en este cruce

incansable de caminos?

Con esta simple hebrita

como pista es complejo…

Pero seguiré tu ruta,

despegaré los párpados,

activaré mi poca fe vigilante pero aún viva,

olfatearé tus cansancios,

escucharé tus nocturnos ruegos,

hasta hacerme uno contigo

en el grito adolorido

de aquella cruz injusta.

Seguiré tu ruta con esta simple hebrita

hasta que los pulmones

llamen a todas las hebritas

para rehacer tu manto entero,

con todas ellas, ya hermanadas.

Seguiremos muchos buscando tus pisadas
hasta no descansar y poner este, tu manto
que han rearmado nuestras manos heridas,
a tanto Jesús despreciado en medio nuestro...

A ese que no vemos,
por estar embelesados observando
esas caritas rosaditas de tanto Jesús falso
que hemos levantado y que nos impide
distinguir la fuerza de una simple hebrita,
que guarda el secreto para armar tu tejido vivo.

El último escrito de Felipe Camiroaga

Felipe Camiroaga escribió este mensaje en twitter 

el 7 de julio citando a Gonzalo Rojas:

Del aire soy, del aire, como todo mortal,

del gran vuelo terrible 

y estoy aquí de paso a las estrellas,

@halconmatinal

[y el poema continúa así:]

pero vuelvo a decirte que los hombres 

estamos ya tan cerca los unos de los otros,

que sería un error, si el estallido mismo es un error,

que sería un error el que no nos amáramos.

Un bárbaro en el Asia Aquí en el centro del mundo, 

pero la Tierra no es el centro del mundo,

uno se inflama o se seca; la Tierra misma es páramo: de ella vinimos;

nos parecemos a su piel, sonamos verdes o blandos según las estaciones,

todo transcurre en su mudanza, cumplimos años tan ligeramente, nos

quemamos y ardemos, pedimos plazo y más plazo; viene el Tiempo,

[¿quién, quién hilará después el hilo que hilaremos?

La Poesía se adelanta 

y sus agujas marcan el vuelo de las aves.

Tien An Men, Pekín, 1971.

[El título del poema es Mortal]

CARTA A SEBASTIAN SOBRE LA GRATUIDAD DE LA VIDA

Estimado Sebastián,

Hace unos días dijiste que “nada es gratis en la vida”, lo dijiste seguro, golpeando la mesa y hablando desde tus afectos.

Existen otros que piensan que todo es gratis en la vida. Si observas estas dos frases contrapuestas, son también un ejemplo de dos formas de mirar la vida, la propia vida y la que nos rodea: como una adquisición, una compra, un premio al esfuerzo o como un regalo, un bien gratuito, algo inmerecido.

Nada es gratis en la vida.

Quien se planta frente a la vida como un comprador de ella, lo hace desde su propia soberbia, desde aquella actitud del que dice  “a mi nadie me ha dado nada”, “Yo me he hecho solo”, “no le debo nada a nadie”.

No deja de ser penoso que la frase brutal “Nada es gratis en la vida” haya calado tan a fondo en tu afecto y en tus opciones de vida.

El “nada es gratis”, significa que tuviste que hacer un enorme esfuerzo por  “comprar”  la vida, y la sientes como un mérito bien ganado y pagado. Sientes que has cumplido con conquistar y ganarte la vida.  Pero esto ¿no nos convierte en Clientes de la vida? ¿En personas que hacen de su vida una transacción en que algunos nos pagan y a otros les cobramos?

El pensar que lo puedes comprar todo, ¿no te vuelve un latifundista de la vida, un empresario de la vida?  ¿No sientes que no debes nada a nadie, ya que todo te lo han cobrado, pero que muchos te deben algo?

No es bueno pensar Sebastián, que estás pagando facturas a la vida. Es una actitud soberbia que esclaviza y te coloca siempre en el mostrador de la vida: cada cosa vale, cada cosa se compra, cada persona tiene un precio, cada acto tiene que tener un retorno o una ganancia… ¿No nos convierte esto en reptiles, en mercantiles y usureros de la vida?

Todo es gratis en la vida.

Tu tío Bernardino cree que “todo es DON”, que todo es gratis y regalo en la vida y que esa gratuidad de la vida nos vuelve sencillos, con sentimiento y razón para abrir nuestras pobres manos y dar gracias a la vida, porque nos da mucho más de lo que merecemos.

Si observas a tu alrededor, todo es regalo, toda la naturaleza, tus ojos, el aire, el sol, la vitalidad … nada se vende, sólo se vende lo que nosotros hemos prostituido: las relaciones, el poder, los intereses, las influencias, las utilidades, la dominación, el mercado, el tener y retener.

Pero la vida nos sigue empujando a creer que todo es gracia, don, regalo o si lo quieres un eterno préstamo sin intereses ni embargos.  Si, somos deudores (y no compradores) de la vida , siempre nos da más de lo que recibe de nosotros.

Es bueno dar sin esperar, es bueno entender la vida como una enorme gratuidad que debemos dar a los demás, todo es regalo, tú mismo eres regalo para otros, no cobras por compartir. Malo sería que el rol político te exija hacerlo para mejorar las encuestas… quien se regala fuera de cámara, siempre recibirá a manos llenas el amor de los que libre y desinteresadamente ama.

Con afecto y preocupación, te saluda el ciudadano Elphick

¿Qué tengo de especial en mi vida?

Desde que somos seres pensantes y amantes

nos hemos preguntado sobre ¿qué es lo que somos?

Un hermoso salmo del pueblo judío le pregunta a Dios:

¿Qué es el hombre que te acuerdas de él?

Los existencialistas llenaron páginas duras

preguntándose sobre esa diferencia

que nos hace humanos o simples animales bípedos.

El marxismo respondía sobre lo mismo

indagando sobre cuántos hombres valía un Estado.

El capitalismo no dudaba en responder pragmáticamente

 ¿para qué cosa sirve el ser humano?

¿Cómo lo podemos convertir en un “recurso” humano

o en un “capital” humano de la empresa?

¿Y qué se pregunta hoy nuestra sociedad globalizada

sobre  el significado de la vida humana?

Nada.

Nada.

Nada.

Ni se cuestiona, ni se interesa

en pensar sobre la vida humana,

simplemente vivimos y consumimos la vida a todo dar.

Todas estas interrogantes sobre la vida y su sentido

para nuestros contemporáneos

simplemente han pasado a ser relatos religiosos

que explican el sentir tribal humano.

Son ideas, reflexiones mitológicas,

ingenuos escritos de un hombre desesperado.

En medio de estos cantos desentonados

los cristianos volvemos a preguntarnos una y otra vez

¿Qué somos, qué nos hace ser seres humanos?

¿Qué nos diferencia de la creación?

¿Qué don tan grande tenemos

que hasta Dios quiere captar nuestro amor?

ELIGE: ¿SER más con MENOS, o TENER más con MENOS?

¿Cómo podré llegar hasta TI, si tengo tanto peso en mis malos recuerdos,
 en mis angustias, en mis dolores, en mi cuenta corriente,
en las rabias acumuladas, en los egoísmos sin sentido?

Responder esta pregunta 

creo que puede tener dos miradas contrapuestas:

1.     TENER MÁS CON MENOS.

Es el slogan del principio de la EFICIENCIA ECONÓMICA,

que nos dice que podemos OBTENER MAS (dinero, propiedad, utilidad)

Con MENOS (recursos, horas hombres, esfuerzo, menos pago en sueldos)

El lograr más con menos (en forma ambiciosa) nos tiene como estamos:

Unos explotando, robando, practicando la usura contra los otros.

La eficiencia económica llevada al límite

nos transforma en una sociedad antropofágica,

en que todo vale para lograr bajar los costos y subir las utilidades.

El buscar el TENER (cosas, colecciones, amigos, fama, éxito, aplausos)

nos convierte en un pobre tipo con el mal de Diógenes,

acumulando, cuidando la propiedad,  guardando, vigilando,

aumentando la cobertura de los seguros (de vida, de incendio, contra terceros…uf)

2.     SER MAS CON MENOS.

Es el slogan de los “minimalistas” no solamente de la arquitectura,

sino de la construcción y la vida interna.

Nos invita a probar la vida desde otro ángulo:

Buscar lo ESENCIAL del vivir y del convivir.

Ciertamente podemos SER MAS con MENOS,

reducir nuestros impulsos consumistas, arribistas, marquistas…

Podemos caminar mejor por la vida

Llevando menos carga en nuestra mochila:

con menos recuerdos odiosos, con menos posesiones que poco sirven,

con menos ropaje, estatus y lucha de poder.

Ser MAS con MENOS es una actitud ante la vida,

que nos libera de las bodegas, de los clóset llenos,

del mal de Diógenes, visto como el bien del consumidor.

¿Qué estas son palabritas no más y que otra cosa es "con guitarra"?
Es cierto… claro que cuesta liberarse de la mentalidad del tener,

del querer poseerlo todo y para siempre.

Me cuesta y mucho, pero lo tengo allí,

como una invitación a la que trato de responder…

A propósito, está sonando la alarma de MI auto…

¡Estos ladrones, que quieren  quitarme lo que tanto me ha costado!