Estas dos hermosas vasijas, son pequeñas casas de dos insectos,
imagino que un tipo de abeja, avispas.
Lo que me impresionó fue ver lo fuerte que eran,
para soportar el viento, la lluvia, el frío.
Eran hechas con un barro, una greda a toda prueba.
Junto con eso,
lo simple y suficientes que eran.
Cumplían con el decorador minimalista de moda,
cumplían con el criterio de vivir desde lo simple y necesario...
Uf... y yo, observando los catálogos para comprar un mueble nuevo...