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sábado, 4 de junio de 2011

Fe y Razón: ¿un buen maridaje?


Juntar Fe y Razón en una misma proposición puede parecerle a algunos una contradictio in terminis. Y es cierto que estamos hablando de dos universos distintos. Como diría Wittgenstein, se trata de dos juegos de lenguaje distintos. Sin embargo si seguimos la lógica de Wittgenstein, al tratarse justamente de un juego en el que las piezas pueden ser colocadas en un lugar o en otro según el significado otorgado por el uso que se hace de ellas y el contexto en el que se insertan, podríamos llegar a la conclusión que puede existir algún “aire de familia” entre ambos términos y sus propios universos. Aunque Fe y Razón nos remiten a dos áreas distintas, el hecho que ambas formen parte del universo del ser humano hace que podamos establecer vínculos entre ellas. Más allá de la legitimidad de la Fe que pueda ser puesta en cuestión por un racionalismo a ultranza, al ubicarnos en el orden de la constatación, la Fe tiene su lugar bien ganado. Así ha sido reconocido a lo largo de la historia de la civilización occidental, sobre todo en la tradición cristiana.

Desde los inicios del cristianismo Fe y Razón han sido puestas la una al lado de la otra, tratando de establecer entre ellas un buen maridaje como nos lo muestra el inicio del Evangelio de Juan: “En el principio era la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios”. El autor del texto utiliza la palabra griega Logos, que significa Palabra o Discurso, y que también se refiere al ejercicio de la Razón que está ligado justamente al uso del lenguaje. Las dos tradiciones, la filosofía griega y la religión hebrea, unidas en el primer versículo del cuarto Evangelio. Este esfuerzo será una constante en la tradición cristiana. La Razón no tiene por qué estar peleada con la Fe. Al contrario, pueden ser entendidas en complementariedad.

Así lo entendió el autor de la primera carta de Pedro cuando señala lo siguiente: “Siempre ten tu respuesta lista para quienes te pregunten por las razones de tu esperanza, pero bríndala con cortesía y respeto y con una consciencia clara”. Este es el axioma que fundamenta lo que antes se conocía como Apologética, pero que en los tiempos modernos se denomina Teología Fundamental, aquella que busca justamente establecer el diálogo entre Fe y Razón como fundamentos de la Teología. Justamente hablar de teología es hablar de la conjunción de ambos términos, conjunción que no siempre es fácil de entender ni de llevar a cabo, conjunción que en muchas ocasiones es más bien un ejercicio dialéctico, sano ejercicio de cuestionamiento mutuo entre Fe y Razón.

Como dice Etienne Gilson, en la cultura occidental cada capítulo empieza con los griegos. Son ellos los primeros en establecer la diferencia entre mito y razón. Los denominados presocráticos buscaron entender el origen de la naturaleza sin recurrir a los mitos. Y aunque Tales de Mileto señalaba, según Aristóteles, que “todo estaba lleno de dioses”, su razonamiento no estaba guiado por la mitología que reinaba en la religión griega, sino guiado por la razón. El Bien de Platón no es un dios. Los dioses estaban presentes en el pensamiento de Platón, pero estaban por debajo de la Idea del Bien, que es la que gobierna el sistema filosófico platónico. Religión y Filosofía estaban separadas.

La Razón, el Logos, se convierte así en el centro del pensamiento griego. El principio de no contradicción enunciado por Aristóteles en su libro la Metafísica se convierte en el principio que domina la filosofía occidental. Los dioses que todavía pululan en los diálogos platónicos, serán erradicados por el Primer Motor de Aristóteles, el Pensamiento que se piensa a sí mismo, y que tiene rango de Dios. Sin embargo, todavía estamos lejos del Dios cristiano, el Dios al que se puede acceder por la Fe y por la Razón, como lo establecerá siglos más tarde Tomás de Aquino.

El Doctor Angélico es quien probablemente más se esforzó en establecer el vínculo entre Fe y Razón. Pero Tomás es heredero de una larga tradición. No solo los textos del Evangelio que hemos citado nos muestran este esfuerzo. Los Padres de la Iglesia, los primeros teólogos durante los primeros siglos del cristianismo, son los pioneros de esta tarea. En un mundo dominado por el pensamiento helénico, ellos se encargaron de traducir su fe en un lenguaje comprensible para sus contemporáneos. Fue así como se elaboraron los dogmas trinitario y cristológico, en un esfuerzo por expresar aquello en lo que se creía, la fe en Jesucristo y en un Dios uno y trino, en un lenguaje cargado de sentidos y significados de corte filosófico.

El Papa Benedicto XVI ha sido claro al respecto en las diversas intervenciones que ha tenido, incluido su famoso discurso en Ratisbona. El cristianismo es heredero de esta conjunción de fe bíblica y razón griega. Cómo no establecer una relación entre el nombre que Dios le da a conocer a Moisés: “Yo soy el que soy” con la reflexión filosófica elaborada por los griegos sobre el “Ser”. Cómo no entender entonces a Jesús como el Logos, por el que el mundo ha sido creado. Fe y Razón de la mano. Y como lo señala el magisterio en el Concilio Vaticano II, Dios nos es accesible también por la razón.

La historia es larga y hemos dado apenas un esbozo de este complejo tema. Cómo podemos entender hoy este diálogo entre Fe y Razón después del paso de la modernidad, una modernidad que establece claras diferencias, una modernidad heredera del giro copernicano de Kant, que deja a la Fe fuera del acceso de la Razón. Y que más allá de las propuestas de Hegel de tratar de tener una mirada más integrada de ambos espacios, no ha dejado de mirar con sospecha a la Fe. La Razón se erigió en divina por derecho propio, alejada de toda concepción religiosa. El Logos fue puesto en el centro del mundo, pero exento de connotaciones de fe.

Sin embargo, aunque somos herederos de esta modernidad, somos también conscientes de los límites de la Razón, no solo en términos kantianos, sino en términos más concretos como nos lo mostró la segunda guerra mundial, que esa misma Razón erigida en reina del pensamiento occidental, fue llevada a cometer excesos, abusos o incluso nos atreveríamos a decir con el riesgo de caer en la contradicción, irracionalidades tales como la Shoa, el exterminio de los judíos.

La Razón entonces puede ser comprendida hoy de una manera mucho más amplia, de una manera más integrada. La fenomenología ha aportado mucho en ese sentido, por ejemplo el trabajo elaborado por Merleau-Ponty sobre la percepción y el lugar del cuerpo. La Razón no puede ser comprendida solamente como un ejercicio del intelecto, sino como un ejercicio del intelecto comprendido en su integración con el cuerpo y la sensibilidad del ser humano. Hoy en día la razón se ve confrontada a las racionalidades distintas de las diversas culturas.

La Razón tiene un lugar importante en el acceso a Dios. Eso no lo podemos negar. Pero tampoco podemos negar que hay aspectos de la Fe, de la doctrina cristiana, de los misterios de la fe cristiana, que no son comprensibles por la Razón, sobre los que no hay una explicación lógica. Dios mismo, aunque los filósofos hayan tratado de entenderlo y de ubicarlo como el origen del mundo gobernado por las leyes de la ciencia, se escapa de toda comprensión. Dios siempre se mantiene como misterio. La Razón nos puede ayudar a entenderlo. Pero necesitamos de la Fe para creer en El. De la misma manera el ser humano necesita de algo más que la razón para dar cuenta del sentido de su existencia.

AUTOR: Víctor Hugo Miranda S.J.

viernes, 8 de abril de 2011

MI MAYOR TAREA...

"Mi tarea espiritual 
verdadera consiste 
en dejarme ser amado, 
plena y completamente 
y creer que en este amor 
llegaré al cumplimiento de mi vocación. 


Un pequeño saludo a Don Jorge Cáceres, un luchador de la vida, operado y vuelto a operar,
con tubos que entran y salen, con hospitalizaciones reiteradas... pero sonriendo, como lo puede ver en esta foto,
 en verdad está sonriendo, pese a todo el peso que le significa cargar su pequeño y enfermo cuerpo.







Sigo intentando llevar mi ser errante, 
inquieto y ansioso a su hogar 
para que pueda descansar 
en el abrazo de su amor". 


Henri Nouwen. 

miércoles, 6 de abril de 2011

SEÑOR ¿Es qué nos has rechazado del todo?


¿Recuerdas el Cántico de Jeremías? (Jr 14,17-21)?
Relata la lamentación del pueblo israelita en tiempos de hambre, de guerra, de muerte.Me he permitido, con no poca verguenza, hacer una lectura actualizada, especialmente en los tiempos que vivimos de tanto dolor disperso y de tanta pregunta sin respuesta...  ¿Eres TU Señor quién nos has dejado tirados en el desierto?    ¿Eres TU el Padre que se ha olvidado de sus hijos?
Mirar lo que pasa, preguntarnos, buscar la respuesta, acercarnos ... claro que ayuda a entender...
       
 17
Mis ojos se deshacen en lágrimas,
día y noche no cesan de sufrir
por las terribles desgracias de mi pueblo,
todos enormes desastres en el mundo entero,
son una herida de fuertes dolores.

18Salgo a las poblaciones:
muertos por balas asesinas.
El poder de los narcos, la codicia de los bancos,
las tiendas y sus tarjetas hipnotizadoras
tienen asfixiados a mis hermanos con sus propias manos.

Entro en la ciudad: desfallecidos de hambre
un simple efecto colateral del mercado libre…
Vamos cubiertos de polvos radiactivos
somos parias migratorias rechazadas por pueblos poderosos.
Tanto el político como el sacerdote
vagan sin sentido por el país,
han perdido su rumbo y el sentido de la tarea.

19¿Por qué sentimos Señor que nos has rechazado del todo?
¿Tiene asco tu garganta de nosotros que no nos hablas?
¿Eres TU quien nos ha herido sin remedio?

En Japón se espera la paz, y no hay bienestar,
En India viven millones con UN dólar diario.
En Chile una familia rica gasta en comida, ropa, salud, autos,
el equivalente de siete familias pobres.
En América la democracia es una broma,
nuestros líderes nos han estafado y violado.
Nuestros pastores se disgregan en disculpas y omisiones.
Queremos un tiempo de cura y armonía,
pero nos sigue la turbación, los temores, la muerte.

¿Por qué sentimos Señor que nos has rechazado del todo?
¿Eres TU quien nos ha herido sin remedio?

20Señor, reconocemos nuestro individualismo
falta de hermanamiento y compromiso social.
Somos aquellos que rezando el rosario
vamos al templo apurados pisando tanto cadaver…
Somos ciegos a tu llamado y sordos a tu palabra,
por eso creemos que eres un Dios ciego y sordo
a nuestros dolores y gritos de hijos abandonados.
Pero vamos por esta columna de pueblo sin guía,
pecando contra ti, cuando ahogamos al hermano.

21No nos rechaces, por tu nombre,
no desprestigies tu trono glorioso;
recuerda y no rompas tu alianza con nosotros.

22¿Hay entre los ídolos de los paganos uno que de lluvia?
¿Sueltan solos los cielos sus chubascos?
Tú, Señor, eres nuestro Dios, en ti esperamos,
porque eres tú quien hace todo eso.

¿Hay algún soberbio empresario que compra pueblos enteros
que sea capaz de hacer emerger la flor,
el fruto, la semilla y la justicia para todos?

¿Quién hará llover café en el campo?
¿Quién traerá el entendimiento  y el cambio
frente a este caos mundial que vemos impávidos
de pedofilia, avaricia, auto fragelamiento laboral,
consumismo, codicia, mercado libre y esclavizador,?

Señor no nos rechaces, por tu palabra que nunca defrauda,
devuelve el rostro humano al tirano
que mueve los hilos de una enorme humanidad
globalizada, manipulada, pobre y huérfana.
Recuerda Señor y no rompas tu alianza con nosotros.

Autor: W. Elphick D.

sábado, 12 de febrero de 2011

Atardecer mirando hacia la Habana, Cuba.
Foto: w. elphick d.  Feb 2009

La voz de Dios es tan potente 
que no requiere de gritos, ni de megáfonos.

Ella se oculta en el soplo imperceptible del viento, 
en la debilidad de unas alitas de un pájaro nuevo,
en tu pecho enamorado
que canta a un Dios invisible pero perceptible, 
en ese sol que por tanto verlo, 
ya dejó de ser un espectáculo y un milagro.

w.elphick d.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

ESPERAR : ¿qué y hasta cuándo?



Adviento es un tiempo de espera, por tanto de buen ánimo para creer llegar a lo que deseamos ... ¿Cómo podremos los católicos traspasar esta mirada de la vida a un pueblo que está viviendo en la miseria, que cada vez ve que sus mayores esperanzas se han derrumbado?
¿Cómo decirles, que nada, ni nadie les podrá arrancar su futuro,  nuestro futuro? 


Al mirar nuestra realidad social, en general pareciera que existen pocas razones para esperar:


  • los bienes de nuestros paises no llegan a todos; 
  • unos tienen 1.000 dólares diarios para vivir y un tercio de la población, vive con UN DÓLAR diario;
  • el modelo económico mundial nos está convirtiendo en cavernícolas que luchan por sobrevivir, muchas veces desconfiando y luchando contra otros; 
  • la persona pesa por lo que tiene, no por su rostro y sus manos; 
  • la calle puede ser una selva, en donde peligrosamente un mono puede caer encima de ti; 
  • la escuela es un sitio para memorizar y adiestrarse; 
  • la Iglesia puede convertirse en un "refugio" que "nos salva" del mundo, sin intervenir y cambiar el mundo;
  • la política se ha convertido en pista para ganar poder, antes de pensar en el "servicio público"; 
  • los medios de comunicación dominados por la farándula y pobres opinólogos, son centros para exponer lo peor que es capaz de hacer el ser humano... ¿y todavía hay que esperar?
  • La Señora María no tiene casa ni con el gobierno de derecha, ni de izquierda,
  • Las favelas se vuelven campos de batalla con cerca de 40 muertos por el narcotráfico,
  • Un Hugo Chávez gobierna como rey... no haciéndole caso al Rey...
  • En Perú, la hija de un dictador y asesino tiene alta votación como pre candidata a Presidenta,
  • Chile resuena en el mundo con 33 mineros rescatados y con cuatro millones aún sumidos en el hoyo de la pobreza y falta de oportunidades...

No pocas veces, en este ambiente nos puede tomar el pesimismo:

  • "Si no estamos felices y contentos en esta estación, ¿a qué otra estación vamos a esperar y a qué otros tiempos vamos a aguardar?" (Abdul Baha, Escritor y religioso iraní).
  • "El hombre ha nacido para morir. ¿Qué quiere decir eso? Perder el tiempo y esperar. Esperar el colectivo. Esperar que canten los ratones. Esperar que a las serpientes le crezcan alas. Perder el tiempo. (Charles Bukowski, Poeta y escritor estadounidense nacido en Alemania, destacado representante del "realismo sucio").
  • "La esperanza es el peor de los males, pues prolonga el tormento del hombre". (Friedrich Nietzsche (1844-1900) Filosofo alemán).

Pese a los profetas de la desgracia, la vida humana está llamada a una liberación profunda de los grilletes de la oscuridad, apatía, agonía, deseperanza:

  • "La desesperanza está fundada en lo que sabemos, que es nada, y la esperanza sobre lo que ignoramos, que es todo". (Maurice Maeterlinck (1862-1949) Escritor belga).
  • ¿Tenemos otra posibilidad? Tenemos que esperar ... "dum spiro, espero" mientras respire, espero, no bajo la guardia, no quito mi mirada del futuro y del porvenir.
  • "En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente". (Khalil Gibran (1883-1931) Ensayista, novelista y poeta libanés).
  • "Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol.
  • Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano".
  • (Martin Luther King (1929-1968) Liberador estadounidense).
  • "La esperanza es el sueño del hombre despierto". (Aristóteles (384 AC-322 AC) Filósofo griego).

Con Cristo sabemos que nuestra marcha se hace sobre la esperanza, contra todos los vientos y los males (los malos también) vamos construyendo la vida sobre una visión de futuro, no es la pasividad del iluso, es la fe activa: "A Dios rogando y con el mazo dando" ... es la respuesta cristiana cuando nos toca la desesperanza.

Queremos compartir este Adviento 2010 con el mundo, a levantar la mirada, a proponernos hacer de este mundo, otro. A renovar la esperanza que es capaz de construir un país y un continente con mayor justicia, en que los cristianos somos capaces de llevar el evangelio a aquellos lugares en que vivimos, rezamos y trabajamos... (Cómo hacerle ver a ese Senador Chileno, que dice que es católico, pero que en el congreso deja fuera su ser católico, pues debe legislar para todos? ... hace de la fe un poncho?).

Este Adviento es un tiempo para trabajar la esperanza activa, la que es capaz de provocar cambios, la que hace madurar el esfuerzo y el fruto, comprender que aquello que esperamos como proyecto país, lo podemos hacer realidad.

Esperar es provocar en el mundo los cambios que ni la revolución comunista, ni los tiranos y dictadores, ni el modelo neo liberal, ni la derecha y sus contradicciones vitales, han podido lograr.
Esperar activamente, para un cristiano, es demostrar que el evangelio se vive en la política, en la escuela, en la convivencia, en el mundo, más que en la agradable quietud de nuestras liturgias.

Esperar activamente, es no perder la fuerza y el valor de lo encontrado, no quitar la fuerza de nuestra mirada, no dudar que Jesucristo es la Palabra que el mundo espera y que nunca lo podrán sacar del corazón del pobre, de la muralla de la población, de las capillas y grutas ciudadanas.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Pero ¿hay o no hay camino?

La poesía de Machado
le ha dicho a los sufrientes caminantes
hasta el cansancio que "no hay camino"...
que hay que inventarlo, "hacerlo al andar"...


Y en verdad que es bastante la diferencia
entre caminar hacia un lugar
sin tener la menor idea de por donde ir.
¿Hacia la derecha o izquierda?
¿al sur o al norte?
¿Por la calle oscura o por la iluminada?
¿Por el camino amplio o el angosto?...


Si no hay camino, caminante
deberás buscar entre la jungla
entre millones de pies desorientados,
tu camino, tu único espacio para llegar
a esa meta, a ese estado de vida esperado.


Sin camino irás como ciego,
o como vidente en cerrada niebla.
Como caminante loco que sabe A DONDE VA,
pero no da paso seguro que le indique
que su marcha tiene dirección y sentido.


Hay otros que descubren caminos ya andados
abiertos y recorridos por muchos que han creído.
¿Será falta de creatividad o comodidad?
¿O será más bien utilizar la herencia de sabiduría
que nos han dejado otros peregrinos por la vida?


Incluso hay un Maestro que ofrece un camino,
es más, EL dice que es el Camino..
El es el camino, no es una doctrina,
no es un conjunto de normas,
no es un liderazgo político ni una fuerza revolucionaria...
es el Hijo de Dios que se ha hecho hombre
para caminar y hacernos el camino que voluntariamente
deseamos seguir, sudar, trastrabillar, pero nunca dejar...


Gracias Señor por los caminos que nos ofreces,
por tu sutileza afectuosa que nos hace olvidar 
las obligaciones y cumplimientos
para quedarnos con el amor que todo lo alivia y todo lo sana.

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