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sábado, 16 de abril de 2011

EL CARDENAL YA NO TIENE ESOS SUEÑOS...

El Cardenal Carlo M. Martini, jesuita, biblista, arzobispo que fue de Milán y colega mío de Parkinson, es un eclesiástico de diálogo, de acogida, de renovación a fondo, tanto de la Iglesia como de la Sociedad. En su libro de confidencias y confesiones Coloquios nocturnos en Jerusalén, declara: 

«Antes tenía sueños sobre la Iglesia. 
Soñaba con una Iglesia que recorre su camino 
en la pobreza y en la humildad, 
que no depende de los poderes de este mundo; 
en la cual se extirpara de raíz la desconfianza; 
que diera espacio a la gente que piensa con más amplitud; 
que diera ánimos, en especial, 
a aquellos que se sienten pequeños o pecadores. 
Soñaba con una Iglesia joven. 
Hoy ya no tengo más esos sueños». 

Esta afirmación categórica de Martini no es, no puede ser, una declaración de fracaso, de decepción eclesial, de renuncia a la utopía. Martini continúa soñando nada menos que con el Reino, que es la utopía de las utopías, un sueño del mismo Dios.

Él y millones de personas en la Iglesia soñamos con la «otra Iglesia posible», al servicio del «otro Mundo posible». Y el cardenal Martini es un buen testigo y un buen guía en ese camino alternativo; lo ha demostrado.

Tanto en la Iglesia (en la Iglesia de Jesús que son varias Iglesias) como en la Sociedad (que son varios pueblos, varias culturas, varios procesos históricos) hoy más que nunca debemos radicalizar en la búsqueda de la justicia y de la paz, de la dignidad humana y de la igualdad en la alteridad, del verdadero progreso dentro de la ecología profunda. Y como dice Bobbio «hay que instalar la libertad en el corazón mismo de la igualdad»; hoy con una visión y una acción estrictamente mundiales. Es la otra globalización, la que reivindican nuestros pensadores, nuestros militantes, nuestros mártires, nuestros hambrientos...

La gran crisis económica actual es una crisis global de Humanidad que no se resolverá con ningún tipo de capitalismo, porque no cabe un capitalismo humano; el capitalismo sigue siendo homicida, ecocida, suicida. No hay modo de servir simultáneamente al dios de los bancos y al Dios de la Vida, conjugar la prepotencia y la usu- ra con la convivencia fraterna. La cuestión axial es: ¿Se trata de salvar el Sistema o se trata de salvar a la Humanidad? A grandes crisis, grandes oportunidades. En idioma chino la palabra crisis se desdobla en dos sentidos: crisis como peligro, crisis como oportunidad.

En la campaña electoral de EE UU se enarboló repetidamente «el sueño de Luther King», queriendo actualizar ese sueño; y, con ocasión de los 50 años de la convocatoria del Vaticano II, se ha recordado, con nostalgia, el Pacto de las Catacumbas de la Iglesia sierva y pobre. En el 16 de noviembre de 1965, pocos días antes de la clausura del Concilio, 40 Padres Conciliares celebraron la Eucaristía en las catacumbas romanas de Domitila, y firmaron el Pacto de las Catacumbas. Dom Hélder Câmara, cuyo centenario de nacimiento estamos celebrando este año, era uno de los principales animadores del grupo profético. El Pacto en sus 13 puntos insiste en la pobreza evangélica de la Iglesia, sin títulos honoríficos, sin privilegios y sin ostentaciones mundanas; insiste en la colegialidad y en la corresponsabilidad de la Iglesia como Pueblo de Dios, y en la abertura al mundo y en la acogida fraterna.

Hoy, nosotros, en la convulsa coyuntura actual, profesamos la vigencia de muchos sueños, sociales, políticos, eclesiales, a los que de ningún modo podemos renunciar. Seguimos rechazando el capitalismo neoliberal, el neoimperialismo del dinero y de las armas, una economía de mercado y de consumismo que sepulta en la pobreza y en el hambre a una grande mayoría de la Humanidad. Y seguiremos rechazando toda discriminación por motivos de género, de cultura, de raza. Exigimos la transformación sustancial de los organismos mundiales (ONU, FMI, Banco Mundial,OMC...). Nos comprometemos a vivir una «ecológica profunda e integral», propiciando una política agraria-agrícola alternativa a la política depredadora del latifundio, del monocultivo, del agrotóxico. Participaremos en las transformaciones sociales, políticas y económicas, para una democracia de «alta intensidad».

Como Iglesia queremos vivir, a la luz del Evangelio, la pasión obsesiva de Jesús, el Reino. Queremos ser Iglesia de la opción por los pobres, comunidad ecuménica y macroecuménica también. El Dios en quien creemos, el Abbá de Jesús, no puede ser de ningún modo causa de fundamentalismos, de exclusiones, de inclusiones absorbentes, de orgullo proselitista. Ya basta con hacer de nuestro Dios el único Dios verdadero. «Mi Dios, ¿me deja ver a Dios?». Con todo respeto por la opinión del Papa Benedicto XVI, el diálogo interreligioso no sólo es posible, es necesario. Haremos de la corresponsabilidad eclesial la expresión legítima de una fe adulta. Exigiremos, corrigiendo siglos de discriminación, la plena igualdad de la mujer en la vida y en los ministerios de la Iglesia. Estimularemos la libertad y el servicio reconocido de nues- tros teólogos y teólogas. 

La Iglesia será una red de comunidades orantes, servidoras, proféticas, testigos de la Buena Nueva: una Buena Nueva de vida, de libertad, de comunión feliz. Una Buena Nueva de misericordia, de acogida, de perdón, de ter- nura, samaritana a la vera de todos los caminos de la Humanidad. Seguiremos haciendo que se viva en la práctica eclesial la advertencia de Jesús: «No será así entre vosotros» (Mt 21,26). Sea la autoridad servicio. El Vaticano dejará de ser Estado y el Papa no será más Jefe de Estado. 

La Curia habrá de ser profundamente reformada y las Iglesias locales cultivarán la inculturación del Evangelio y la ministerialidad compartida. La Iglesia se comprometerá, sin miedo, sin evasiones, en las grandes causas de la justicia y de la paz, de los derechos humanos y de la igualdad reconocida de todos los pueblos. Será profecía de anuncio, de denuncia, de consola- ción. La política vivida por todos los cristianos y cristianas será aquella «expresión más alta del amor fraterno» (Pío XI).

Nos negamos a renunciar a estos sueños aunque puedan parecer quimera.

«Todavía cantamos, todavía soñamos». 
Nos atenemos a la palabra de Jesús: 
«Fuego he venido a traer a la Tierra; 
y qué puedo querer sino que arda» (Lc 12,49). 

Con humildad y coraje, en el seguimiento de Jesús, 
miraremos de vivir estos sueños en el cada día de nuestras vidas. 

Seguirá habiendo crisis y la Humanidad, 
con sus religiones y sus iglesias, seguirá siendo santa y pecadora. 

Pero no faltarán las campañas universales de solidaridad, 
los Foros Sociales, las Vías Campesinas, los Movimientos populares, 
las conquistas de los Sin Tierra, los pactos ecológicos, 
los caminos alternativos de Nuestra América, 
las Comunidades Eclesiales de Base, 
los procesos de reconciliación entre el Shalom y el Salam
las victorias indígenas y afro y, en todo caso, 
una vez más y siempre «yo me atengo a lo dicho: la Esperanza».

Cada uno y cada una a quien pueda llegar esta circular fraterna, en comunión de fe religiosa o de pasión humana, reciba un abrazo del tamaño de estos sueños. 
Los viejos aún tenemos visiones, dice la Biblia (Jl 3,1). 
Leí hace unos días esta definición: «La vejez es una especie de posguerra»; no necesariamente de claudicación. El Parkinson es sólo un percance del camino y seguimos Reino adentro.

Pedro Casaldáliga Circular 2009

martes, 25 de enero de 2011

LANZATE DE UNA ...

Esa fue la idea que rescaté en esta historia de niños, que he vivido en un Hogar de Niños en Brasil... lánzate de una, nadie lo dijo, nadie me lo dijo ... pero alguien lo dijo, alguien me  lo dijo.


Lánzate de una, no lo pienses tanto, no lo cuestiones tanto, no le des vuelta tanto... al fin, la vida es saltar, es correr mar adentro y arriesgar.


Es posible que haya escuchado este mensaje al ver a estos niños, correr y lanzarce de una, porque me recordó a mi infancia.


Era, en verdad aún lo soy, cobarde para el agua. Cuando voy a la piscina o al mar... lo pienso y re pienso, me doy vueltas, toco el agua, analizo su temperatura, veo quienes están dentro, me siento y empiezo a jugar con el agua... hasta que llega el momento esperado y ya, entro lentamente en esa agua que había observado tanto. En fin, soy cobarde para el agua, tímido aún a los cincuenta y un años que me acompañan... viejo y temeroso, efectivamente cruel como suena.


Esta idea de lánzate de una, me hizo pensar en mis recuerdos los años de adolescente, crítico de los adultos, avecindado en jornadas, misiones, grupos que buscaban cambiar el mundo, ese mundo de las diferencias y exclusiones, ese mundo de los deberes y apariencias, de las palabras políticamente correctas, de los juegos sociales y componendas.


Lo relaciono también con esos grandes luchadores sociales, vestidos de caqui, gritando por el poder popular, los derechos de las naciones, el poder yanqui y los derechos humanos... ¿Dónde están? Ya no se lanzan a la piscina de una, ahora tienen sus spa propio, su jacussi en su departamento de lujo. 


¿Dónde está Fernando Flores, politólogo, ministro de Allende? En sus propios negocios en USA, destruyendo la democracia en Chile, atentando contra los derechos a creer en un partido, haciendo alianzas convenientes para sus intereses.


¿Dónde está Marambio, ese dirigente GAP de los 70, que metralleta en mano estaba dispuesto a luchar por sus ideales? Simple, está viajando hacia Pirque en su helicóptero, negociando en Cuba enormes plantaciones y fábricas que le han dado fortunas?


¿Dónde está mis sueños por un país más justo? También como los de Flores, Marambio, Piñera, Schaulson,   ominami, la ministra reguleque, etc... 


Estamos adormilados, flojos de promesas, dopados  de productividad, enfermos del trabajo y desarrollo económico a como de lugar.


Estamos adormilados, el agua nos asusta, tememos lanzarnos de una, arriesgar, hacer el ridículo, fracasar ante las miradas burlonas.


Estamos adormilados, el salto a la aventura nos crea pánico, preferimos la comodidad de los burgueses que antes criticábamos tanto ...

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Pero ¿hay o no hay camino?

La poesía de Machado
le ha dicho a los sufrientes caminantes
hasta el cansancio que "no hay camino"...
que hay que inventarlo, "hacerlo al andar"...


Y en verdad que es bastante la diferencia
entre caminar hacia un lugar
sin tener la menor idea de por donde ir.
¿Hacia la derecha o izquierda?
¿al sur o al norte?
¿Por la calle oscura o por la iluminada?
¿Por el camino amplio o el angosto?...


Si no hay camino, caminante
deberás buscar entre la jungla
entre millones de pies desorientados,
tu camino, tu único espacio para llegar
a esa meta, a ese estado de vida esperado.


Sin camino irás como ciego,
o como vidente en cerrada niebla.
Como caminante loco que sabe A DONDE VA,
pero no da paso seguro que le indique
que su marcha tiene dirección y sentido.


Hay otros que descubren caminos ya andados
abiertos y recorridos por muchos que han creído.
¿Será falta de creatividad o comodidad?
¿O será más bien utilizar la herencia de sabiduría
que nos han dejado otros peregrinos por la vida?


Incluso hay un Maestro que ofrece un camino,
es más, EL dice que es el Camino..
El es el camino, no es una doctrina,
no es un conjunto de normas,
no es un liderazgo político ni una fuerza revolucionaria...
es el Hijo de Dios que se ha hecho hombre
para caminar y hacernos el camino que voluntariamente
deseamos seguir, sudar, trastrabillar, pero nunca dejar...


Gracias Señor por los caminos que nos ofreces,
por tu sutileza afectuosa que nos hace olvidar 
las obligaciones y cumplimientos
para quedarnos con el amor que todo lo alivia y todo lo sana.

sábado, 6 de noviembre de 2010

SANTO PADRE: NOSOTROS ¿CATÓLICOS ACOMPLEJADOS?

El Papa Benedicto XVI, el jueves 14 de octubre de 2010, 
 en la  46ª Semana Social de los Católicos Italianos,
en la localidad sureña de Reggio Calabria.
Allí hizo un fuerte llamado a los católicos del mundo:  


"Necesitamos que surja una nueva generación de católicos, 
personas interiormente renovadas 
que se comprometan en la actividad política 
sin complejos de inferioridad".

Católicos con personalidad, sin vergüenza 
de dar testimonio de su FE en JESUCRISTO...

Pero ¿qué es una persona “acomplejada”?
Es una persona de apariencia y actitud disminuida,
se inhibe,  tiende a retraerse, a no arriesgar.

Evita el afrontar situaciones y denunciarlas,
No es capaz de superar su nivel de juicio y de expresar su opinión,
ni tampoco su participación tiene incidencia en la realidad.

¿Cree usted Santo Padre que los católicos 
somos de verdad acomplejados?

Pero si usted ha visto como nos reunimos cada domingo,
con coros,  canciones hermosas, lectores de buena voz,
Ministros de la Comunión que tienen un aspecto de credibilidad enorme.

¡Aún con los años  es emocionante cantar el pescador de hombres!
¿Santo Padre  y no ha visto nuestras jornadas pastorales
cuando miles nos juntamos y hablamos maravillas de nuestros proyectos?
¿Y pese a todo usted sugiere que somos acomplejados?

Pero si en nuestras comunidades sacamos la voz, damos testimonios,
levantamos las manos, nos emocionamos con el Señor que nos ama...
¿Y queda la duda de que seamos acomplejados?

En fin, es duro reconocerlo, pero una vez más usted  tiene razón:
Somos gallitos valientes en nuestro gallinero,
sacamos la voz en nuestras parroquias y silenciamos en el trabajo,
en el manejo de la política, de lo educativo, de los valores del mundo.
Nos hacemos los sordos cuando hablamos de justicia social,
de distribución de la riqueza y de la inequidad brutal que vivimos.

Somos mudos selectivos, acomplejados relativos.
Al salir de nuestras comunidades parecemos pollos mojados,
nos vemos disminuidos , inhibidos frente a la propaganda
que busca anular la fe como eje de la vida humana..

Nos vemos retraídos, hasta raros cuando salimos a la calle…
parecemos el cristiano invisible que pasa por las realidades
y no impactamos en ellas, no las transformamos,
no nos afecta la miseria ajena, ya no sufrimos por ella...
¡Olvidamos la indignación ética!

Pero sin embargo, somos valientes gallitos en nuestro gallinero.
Esa seguridad que manifestamos en nuestras comunidades,
voz fuerte, credibilidad, testimonio orgulloso y  equilibrado
es luego silenciado por las voces y la bulla de la calle.

El Papa llama formar una nueva generación de católicos “sin complejos”
sin renuncias por sentirnos con  complejos de inferioridad
frente a los profetas de la intolerancia, minorías autoritarias,
autoridades sin valores, valores sin autoridad...

Claro, siempre y cuando los cristianos despertemos de nuestro sopor,
llevemos las pancartas por las calles, sacudamos las leyes del ataque a la vida,
eduquemos sin temores a demostrar nuestra fe en Jesucristo, 
dirijamos la empresa pensando no solamente en gastar menos y ganar más…
en fin, cristianos con voz y decisión… sin complejos...

miércoles, 20 de enero de 2010

HACIA UNA ORGANIZACIÓN CREADORA DE CONOCIMIENTO PROSPECTIVO.

HACIA UNA ORGANIZACIÓN CREADORA DE CONOCIMIENTO PROSPECTIVO (I)




¿Será posible “adivinar” el futuro de nuestra organización? En este artículo buscaremos relacionar dos elementos que son fundamentales en toda organización: la gestión del conocimiento y la capacidad de prever los escenarios futuros en que tendremos que actuar. En un segundo artículo veremos algo de liderazgo prospectivo y la gestión del conocimiento.


Atención Señores de la bola perdida.


¿Quién se ha llevado mi bola de cristal? 
Es la pregunta que con espanto se hacen muchos ejecutivos de empresas y directivos de colegios, ante la pérdida de propuestas futurísticas.
Algunos ratones hace tiempo que han perdido su queso, otros, como los adivinos organizacionales han perdido sus “bolas de cristal”.
¿Cuántas veces no se ha caricaturizado a la adivina con una bola de cristal en su mano, como la figura de quien nos da pistas para alcanzar aquellos cambios que anhelamos? ¿Cuántas organizaciones han buscado esa “bola” de cristal que les mostrara lo que será en el futuro su organización?


Las bolas de cristal, los gurús y sus estrategias transformacionales han desaparecido, no nos queda más que aceptar que el futuro o lo seguimos esperando para ver “como viene”, o nos decidimos a “hacer que venga” como nosotros queremos que venga.


Este es un cambio radical de paradigma organizacional: podemos ser animadores de la gestión del conocimiento y el talento en forma prospectiva, de tal forma que NO esperemos “ver” el futuro que “nos espera” (lo que es una idea pasiva, como la “bola de cristal”) sino que podamos LOGRAR lo que queremos SER en el futuro, de acuerdo a una decisión estratégica de la organización, asumida en el presente.


Esta nueva visión requiere de una conducción de los esfuerzos de capacitación o desarrollo de personal no por ideas emergentes o por inercia, sino de acuerdo con las demandas de los nuevos escenarios que esperamos construir desde el trabajo en equipos prospectivos en la organización.


Decimos que una organización hace gestión del conocimiento, cuando ha logrado instalar procesos para transferir, compartir y re utilizar el conocimiento y la experiencia de sus trabajadores, de modo que el saber se transforme en un recurso disponible y en un activo, un patrimonio, un capital acumulable para la organización.
Esto justifica una inversión programada en la formación y capacitación que busca a personas que saben y que saben-hacer y que prospectivamente son capaces de proyectar sus nuevos aprendizajes en el tiempo.


Cuando trabajamos por la gestión del conocimiento prospectivo, lo hacemos pensando en cuatro ejes:
  • En acopiar conocimiento organizacional , mediante el perfeccionamiento y capacitación de las personas.
  • En compartir el conocimiento, generando talleres autogestados, uso de planes anuales de capacitación compartidos por los trabajadores de la empresa.
  • En reutilizar y transformar el conocimiento, al provocar la confrontación de los antiguos saberes con los nuevos adquiridos.
  • En proyectar el aprendizaje en la estructura futura, promoviendo una organización prospectiva que estudia, analiza, se abre y se renueva con las nuevas ideas, logrando flexibilidad, creatividad, asumir desafíos, proyectarse en el medio.
Desde la gestión del conocimiento, gestionar futuros de desarrollo y crecimiento.


La actitud prospectiva siempre ha estado presente en la historia de la humanidad, ¿cuántas mujeres y hombres han sido descubridores, colonizadores, creadores, gestionadotes, gracias a ella?
Los grandes saltos de la humanidad han sido actos prospectivos, quienes han pensando o anhelado un futuro mejor, para ellos o para otros, han sido capaces de proyectos que les permitieron llegar a concretar sus sueños, obteniendo buenos resultados.


Gestionar el conocimiento puede convertirse en una obra prospectiva y creadora de futuros. Quien sabe más, produce mejor, quienes comparten ese saber animan mayores compromisos organizacionales y trabajos colaborativos, potenciando así un mayor aprendizaje organizacional, los que les preparan para asumir los desafíos que están por venir.


Una organización que aprende, obtiene mejor uso de sus insumos y logra mejores resultados tanto productivos, afectivos, de inserción social, de bien común y es capaz de sostener su existencia en tiempos futuros.
“En efecto, la sociedad del conocimiento es entonces aquella sociedad en la cual cada individuo y cada organización construye su propia capacidad de acción, y por lo tanto su posición en la sociedad a través de procesos de adquisición y desarrollo de conocimiento, organizados de tal forma que puedan contribuir a procesos de aprendizaje social. A tal fin, básicamente se requiere de la capacidad para generar conocimiento sobre su realidad y su entorno, y para utilizar dicho conocimiento en el proceso de concebir, forjar y construir su futuro”. (Chaparro, Fernando 1998, Conocimiento, innovación y construcción de sociedad. Una agenda para la Colombia del siglo XXI, TM Editores–COLCIENCIAS, Bogotá 1998).
“El paradigma del conocimiento, trae como consecuencia otros paradigmas o reglas del juego que dictan la nueva forma de competir. De la capacidad de entender, adaptar y aprovechar estas reglas del juego, dependerá el éxito de las empresas y su permanencia en el futuro. Así también el desarrollo de las naciones dependerá, fundamentalmente, de la capacidad de generación y aplicación del conocimiento por su sociedad”.  (Luigi Valdes; “CONOCIMIENTO ES FUTURO; 1995. Hacia la sexta generación de los procesos de calidad; Editor: Centro para la Calidad y la Competitividad de CONCAMIN. México).


Como ejemplo representativo de la velocidad de cambio y la centralidad del conocimiento como objetivo de desarrollo, es necesario observar que entre 1995 y el 2002 la China dobló su inversión en investigación y desarrollo, que en porcentaje del PIB, pasó del 0,6% al 1,2%. En el mismo período Israel elevó su inversión del 2,74% al 4,72% del PIB, siendo la tasa más alta de todos los países de la OCDE. Al mismo tiempo, la inversión global en investigación y desarrollo de la OCDE aumentó en valor relativo, pasando del 2,09% al 2,26% del PIB. Las empresas del Japón y de la Unión Europea aumentaron su tasa de investigación y desarrollo, logrando el 2,32% y 1,17% del PIB, respectivamente, frente al 2,12% y 1,15% obtenido en el año 2000. Así mismo un importante grupo de países se han planteado como objetivo fundamental acrecentar sus inversiones en investigación y desarrollo, de modo que Austria planea llegar al 2,5% del PIB en el año 2006, Alemania al 3,0% en el 2010 y Reino Unido al 2,5% en el 2014, mientras que Corea se ha comprometido a doblar sus inversiones entre el 2003 y el 2007 (Cfr. OCDE, 2004).


En síntesis, como expresan algunos autores, entre otros Boisier (2002) estamos asistiendo a la formación de una verdadera Socioeconomía del Conocimiento. Tres serían sus principales rasgos:
− El conocimiento es el factor clave del desarrollo en la economía global. Hace la diferencia entre riqueza y pobreza
− La creación y redistribución de la riqueza básica para que compita exitosamente una sociedad implica la necesidad de promover la redistribución del conocimiento.
− La multiplicación o explosión del conocimiento aumenta las necesidades de educación masiva y pertinente de la población.
(Boisier, Sergio, Sociedad del conocimiento, conocimiento social y gestión territorial, Documento de trabajo N. 5, Instituto de Desarrollo Regional, Fundación Universitaria, Sevilla, 2002).

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