¿Es lícito preocuparme de ganar dinero si me he propuesto fines sociales?
Está pregunta no deja de rondar por la cabeza de muchos que aspiramos a hacer de esta tierra un lugar más amable... es un tema que tensiona...
Se vuelve especialmente complejo para quienes trabajan en organizaciones religiosas, educativas, caritativas, fundaciones u otras sin fines de lucro. Algunos piensan que un gerente de una empresa puede ganar millones... pero uno de las anteriores, hummm es poco estético que lo haga... para que nombrar el ámbito ético, es más grave y mal visto aún.
No falta el que opina: mira, trabaja para los pobres y el auto carísimo que tiene... ufff.
Algunos lo resuelven cerrando la interrogante con una frase: mira, a mí no me interesa el dinero. Otros aseguran que "me mueven otras razones, más que el dinero"...
También hay otros que engruesan su piel (cueros duros) y asumen el tema como "un negocio social", ya sea en forma de emprendimiento particular o trabajando para una obra social. Hablan de "negocio" olvidando que este busca primeramente una utilidad económica, el lucro a toda costa y luego, si hay espacio, servir al que lo necesita. Ver un trabajo social, creo que es mercantilizarse un bien social, un servicio que no se puede medir con criterios comerciales: según lo que invierto, debo ganar...
En fin, no deja de ser tema.
¿Cómo lo he intentado resolver por mi parte?
Poniendo en el Centro mi trabajo y la preocupación por hacerlo bien... el eje no es "cobrar", sino ejecutar bien un trabajo, servir con eficiencia... ¿y el dinero? Es simplemente el EFECTO de una obra bien hecha.
No piense en su trabajo como un "negocio" del cual obtendrá muchas utilidades y pronto retorno a su inversión en tiempo y esfuerzo. Piense en su trabajo como un "servicio" que quiere entregar a los demás, y que por cierto debe obtener una justa retribución.
No te centres en cómo va a llegar el dinero, en la carrera loca por obtener más y más... busca servir y servir bien... el dinero llegará en igual medida...
Deja la fruición por querer ganar mucho... lo mucho llegará como cosecha abundante en la medida que sembraste con calidad y amor.
¿Acaso el obrero no ha de ganar lo justo? El problema es que la injusticia gobierna el mundo laboral y no pocas veces en una empresa un auxiliar gana 500 dólares y el gerente 10.000 dólares... una brecha incontestable...
"Dios provee", no es una oración, es la certeza de que nuestro Padre es Providente, es bueno, con quienes buscan el bien de los demás... haz una prueba: entrégalo todo en esa tarea, recibirás más de lo que esperabas...
Deja el miedo de querer tener el pan de la semana y ojalá del mes ahora, ya en tu despensa. Pide el pan del día... si recibes mucho de inmediato, se pondrá duro.
No busques llenar el clóset, vacíalo y sin pensarlo, volverá a ti lo necesario.
Comparte tu tiempo y tu trabajo, ayuda a otros. El dinero es generoso con los generosos... los egoístas lo obtienen por millones, pero lo gozan con el pánico del egoísta... siempre temen perderlo...
Quien hace bien las cosas, tiene derecho a un justo ntercambio: das un servicio, recibes tu sustento... ¿quién te lo podría negar?
Intenta dar con generosidad, así como con generosidad te gustaría recibir...
Córtala con esos prejuicios y la vergüenza de mostrar que has ganado dinero ¿ha sido robado? ¿Mal habido?
Ábrete al intercambio: sirve mucho y bien, podrás ganar lo que necesitas y hacer mucho bien...
Queda un punto pendiente en mi reflexión: ¿Qué es un sueldo justo? ¿Qué debería ser considerablemente justo para mí? Hummm, en otro momento lo reflexionamos...
Ayúdame a seguir analizando estos temas, deja tu opinión..
Winston