Señor, Yo te buscaba fuera y estaba en mi (San Agustín) |
Hacemos tanto para encontrarte Señor,
y no podemos dar contigo.
¿Dónde vives, dónde habitas?
Tu "ven y verás", como respuesta
es tan simple, tan cotidiano, con tan bajo "contenido"...
¡Qué por Dios que nos cuesta creerte!
Sales al paso en medio de un plato de porotos,
entre vasos de vino y fiesta.
A Pedro, a Andrés, a Santiago y a Juan
los llamas junto al lago, en las barcas, en medio de su pesca.
Pero nosotros buscamos argumentos,
queremos experimentar sensaciones.
Creamos liturgias interminables, ritos dorados y humeantes,
homilías que cortan la lectura de la Palabra y la Oración de los fieles.
Hacemos tanto para encontrarte Señor
y pasamos por la señora que nos vende el diario
y que tiene una amistad contigo de plena santidad... no te vemos en ella.
Pensamos que un encuentro contigo requiere de condiciones especiales...
deberemos esperar que el obispo nos bendiga,
que el domingo se llene la iglesia,
que el guión de la misa tenga muchas palabras inentendibles,
que los cantos salgan a la perfección,
ah, y que la luna y marte estén alineados... ufff