Tal vez tengamos que convertir el lápiz en metralleta,
en artista generador de nuevas frases polémicas
que hagan olvidar a “Mi mamá me mima”…
no tenemos mamás, ni tenemos tiempo para mimos.
Tenemos una enorme sed de llevar agua
a tanto brote nuevo que lejos de la vertiente se empieza a secar.
Son los niños y niñitas de la periferia, la silenciosa, la invisible.
Tenemos urgencias frente a nosotros,
lo que para muchos son cifras y porcentajes,
para nosotros son niños y niñas condenadas al patíbulo social…
a cumplir la loca sentencia del acuerdo social
que levanta a unos y engrilla a otros.
Tal vez tengamos que convertir el pizarrón
en un paredón gigante para colgar este pacto silencioso
en que nos hace educar a unos para ser líderes, obispos, políticos, gerentes
y a otros para ser obreros, mano de obra de obra barata y obediente.
Tal vez tengamos que ponernos uniforme de milicia
para defender con fuerza lo que pocos defienden.
Una milicia alineada con una sola idea: atacar la pobreza,
antes de que la pobreza aniquile el coraje
y la poca rebeldía que nos queda.
en artista generador de nuevas frases polémicas
que hagan olvidar a “Mi mamá me mima”…
no tenemos mamás, ni tenemos tiempo para mimos.
Tenemos una enorme sed de llevar agua
a tanto brote nuevo que lejos de la vertiente se empieza a secar.
Son los niños y niñitas de la periferia, la silenciosa, la invisible.
Tenemos urgencias frente a nosotros,
lo que para muchos son cifras y porcentajes,
para nosotros son niños y niñas condenadas al patíbulo social…
a cumplir la loca sentencia del acuerdo social
que levanta a unos y engrilla a otros.
Tal vez tengamos que convertir el pizarrón
en un paredón gigante para colgar este pacto silencioso
en que nos hace educar a unos para ser líderes, obispos, políticos, gerentes
y a otros para ser obreros, mano de obra de obra barata y obediente.
Tal vez tengamos que ponernos uniforme de milicia
para defender con fuerza lo que pocos defienden.
Una milicia alineada con una sola idea: atacar la pobreza,
antes de que la pobreza aniquile el coraje
y la poca rebeldía que nos queda.