Un día decidió irse. Para el escribí un tuiter:
Me dijo que nadie le salvaría
porque nadie sabía que estaba allí
Y saltó y olvidó sus cantos de niño
y no escucho a las estrellas
que le gritaban...
Otro amigo, José Joaquín Pérez, ingeniero y filósofo me regaló una hermosa respuesta, que también la hizo por tuiter, te la comparto:
El mismo se salvó,
porque sabíamos que estaba allí.
No saltó,
pq recordó sus cantos de niño
y escuchó el grito de sus estrellas.
Gracias JJ es una profunda reflexión sobre la vida, gran don y tarea que tenemos. Es un regalo maravilloso, pero también un trabajo cotidiano que demanda coraje vivirla.
JJ nos anima a honrar la vida, a cuidarla, especialmente en tiempos en que Jóvenes maravillosos, se sienten ignorado, solos y deciden irse... Por ellos cantan las estrellas...
Con afecto W
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