Algo me dice que así será,
que de pronto se esfumarán
los rostros de jóvenes sin desarrollo,
los rostros de trabajadores subempleados,
los rostros de niños no deseados y maltratados.
Un día vendrás a las poblaciones marginales
y ya no estarán esos techos endebles ni esas paredes de papel,
en su lugar existirán dignas viviendas, humanas viviendas.
Un día vendrás a las colas mensuales de jubilados tristes
y ya no estarán, se habrán cambiado por rentas justas.
Un día vendrás a ver
a los millones de jóvenes drogadictos,
que poblaban plazas y calles
sedientos de un lugar en la sociedad.
Vendrás y no los verás,
se habrán creado posibilidades de estudio
y trabajo que concreten sus sueños
y dignifiquen sus personas.
Un día la tierra dejará de ser secano y arena,
construiremos fuentes que vivifiquen la vida,
plantaremos flores y elevaremos viñas,
sembraremos en plazas y caminos.
Un día la nueva sociedad
se alzará en medio de nuestra ciudad,
levantaremos al hombre por sobre el mercado,
devolveremos la credibilidad en la vida humana.
Un día vendrás y el mercado salvaje tampoco estará,
no hablaremos de oferta y demanda,
de utilidades infinitas, de explotación, de competencia,
de costo-beneficio, de utilidades y ganancias
Un día vendrás y venceremos todos juntos
al libre mercado que esclaviza a productores y clientes,
al libre mercado que crea personas de segunda,
mano de obra flexible, sin derechos, usada sin escrúpulos.
Foto y Texto : Winston H. Elphick D.