martes, 16 de febrero de 2016

¿Las estrellas o el lodo? Reflexiones simples de un Papá...

Conversaba con Natalia, mi hija, única además, sobre lo complejo que era vivir, para aquellos que desean vivir la vida y no solamente “pasar” por ella… como que al mirar alrededor, vemos que los malulos triunfan, que en los comentarios priman las frases negras, que los críticos vamos en aumento, que la sociedad pareciera que no sabe para donde va… cada perrito con su huesito…

Como Papá, ese que “debe” saber responder lo apropiado, me veía impotente de no poder responder adecuadamente. Pero le compartí algunas breves CINCO certezas que son mis andamios en la vida:

domingo, 14 de febrero de 2016

Las ondas gravitacionales y Einstein

Nuevamente te traigo un interesante artículo de mi amigo Diego Gafo, nos aclara un tema científico reciente... Y de regalo una canción:


Hace cien años, Einstein propuso la Teoría de la Relatividad General, que junto con la Mecánica Cuántica pueden explicar con increíble precisión, TODOS los fenómenos físicos que ocurrieron, ocurren, y ocurrirán en el Universo. Desde entonces, miles de experimentos en todo el mundo han estado confirmando la veracidad de la Teoría de la Relatividad. Uno de los fenómenos que predecía son las hoy tan famosas ondas gravitacionales. Pero ¿qué son en realidad? Según la Relatividad General, el espacio y el tiempo no son absolutos, sino que pueden “deformarse”, expandirse o contraerse, y ser diferentes para observadores distintos. Por ejemplo, cerca de un objeto de gran masa, como una estrella, el tiempo pasa más despacio y el espacio parece alargarse. Si alguien estuviera cerca de una gran masa, nosotros desde lejos lo veríamos a cámara lenta y el a nosotros como a cámara rápida. Con el espacio pasaría algo similar, nos vería más pequeños y nosotros a él lo veríamos más grande. Es decir, el espacio-tiempo en ciertas situaciones, no es igual para cada observador.

sábado, 13 de febrero de 2016

Viviendo y muriendo en la locura de Isis



Ruqia Hassan, asesinada por el ISIS, narró en Facebook el horror de vivir en Siria


Foto de Ruqia Hassan en su perfil de Facebook.

Esta información llegó a Europa en enero. Algunas líneas, a veces un artículo sobre una muerte más en Siria. ¿Por qué intentar averiguar más sobre Ruqia? ¿Para asociar una vida a esa foto? ¿Para intentar sacarla del anonimato estadístico? Tal vez. Pero hay algo más. 
Revisando la prensa de los dos últimos años —Le MondeL’ObsLe FigaroLibération, los diarios británicos The Guardian y The Independent—, es posible dar con algunos retazos de la vida de Ruqia. Y, enlazados uno tras otro (gracias, queridos colegas), narran una parte del horror. Ruqia luchó contra dos poderosas máquinas de muerte: el régimen de Bachar el Asad y el Estado Islámico. La suya es una historia ejemplar.

miércoles, 10 de febrero de 2016

El terremoto de Taiwán ¿Quién responde por los muertos?

Algo que impresionó al ver el edificio que cayó con el Terremoto en Taiwán, fueron unas Latas o tarros entre las paredes del edificio. 

La única razón era que eso les permitía usar menos concreto y fierro, pero debilitaba gravemente su estructura... Al punto que su caída provocó 40 muertos y 107 desaparecidos.... Lo que podría hacer crecer el listado de fallecidos. Las autoridades han ordenado el arresto de sus irresponsables constructores. 

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 (AP Photo/Wally Santana). 

domingo, 7 de febrero de 2016

¿Tolerancia... Intransigencia? Por Diego Gafo

Miren el buen artículo que les traigo, de mi buen amigo : Diego Gafo, español, no hace reflexionar sobre este tema de la tolerancia y la intransigencia... Léalo, es MB 

Winston

El presidente de Irán Hasán Rohaní  de visita por Europa tras el fin del programa nuclear y la suspensión de las sanciones. Su primera parada fue Roma, y el gobierno italiano decidió cubrir determinadas esculturas en las que aparecían desnudos como forma de respeto a la cultura y sensibilidad iraní. También se cambió la escenografía del Museo Capitolino, donde aparecieron los dos mandatarios, ya que a la delegación iraní le incomodaba la estatua ecuestre de Marco Aurelio. A decir verdad, ignoro qué le puede ofender de la estatua en cuestión... Como ven el ridículo italiano ha sido mayúsculo.

La segunda parada del mandatario persa ha sido París. En esta ocasión, aparte de las protestas del Consejo Nacional de la Resistencia Iraní y de Femen, simulando un ahorcamiento semidesnudas cerca de la Torre Eiffel, el gobierno galo se mantuvo firme y se negó a aceptar las exigencias iraníes. Entre ellas querían que se eliminara el vino de las comidas. El gobierno de Hollande no quiso incumplir su tradición, y en un acto que le honra, canceló la comida. Estoy convencido de que si algún mandatario europeo va a Irán, cubren con sábanas el incumplimiento sistemático de Derechos Humanos, como la flagelación de homosexuales; lapidaciones de mujeres, persecución de cristianos; judíos o sunníes... Parece ser que a los dirigentes iraníes estos detallitos les parecen pecatta minuta comparado con una escultura del maestro Miguel Ángel.

miércoles, 3 de febrero de 2016

EMPUJADOS (tema: somos uno más, entonces ¿qué valor tenemos como personas?)

Holaaaa a todas y todos,
Les presento un hermoso artículo de Moisés de las Heras, Español... Para meditarlo ...

W
El hombre, animal del mundo, puede ser dominado por una sonrisa, con un gesto, con una triquiñuela, con unos juegos de manos, con unos pases de magia… con todo ello al hombre y a la masa se la engatusa, se la conduce por donde se quiere. Me pone los pelos de punta. Si me aplauden, mejoro mis canastas, si me abuchean, no encestó, porque influye la gente, soy un mono. Me acerco al que sonríe, me alejo del mal gesto, desprecio al indiferente, aunque el simpático sea mi enemigo. Me acerco al que promete, me alejo del que no, aunque el prometedor mienta. La opinión de un tramoyista son meses de felicidad, la crítica de un idiota, dolor inmenso. 
Por Internet flotan millones de novelas. Tecleo un apellido al azar, le añado "escritor" y saltan quinientos que venden más y mejor que yo, que tiene más éxito, más currículo. ¿Y quién coños me creo? Y lo peor: ¿quien soy? Una mosca cazada por un vaso boca abajo. Mientras estás solo, te crees único pero en cuanto ellos te destapan, sigues siendo único, como todos los demás, y te pierdes en la nada de millones de moscas, escritores, actores, magos, tramoyistas, idiotas que escriben intentando acercarse ni de lejos a la condición humana, mientras los psicólogos hace tiempo que encontraron todas la respuesta al tonto enigma del hombre que nos negamos a creer: cesta y punto, ¡salta, monito! Y mientras otros te empujan, te hablan de felicidad, de alcanzar metas, de cultivarse, de madurar, de crecer, vemos, mientras volamos, que somos moscas entre millones alrededor de esta mierda. Moscas que responden a unos resortes. Si sonrío soy bueno. Si me esperanzó, me esfuerzo. Amo lo que conozco. Ambiciono lo prohibido. Luchó contra mí mismo, y todo es así, siempre, hasta que llegue la hora de picar billete.

La tendencia del universo es la mínima entropía

Le presento un gran artículo de Paz Cariñena, buenísimo:


Roberto era un emprendedor de éxito. Había conseguido montar su empresa, tenía grandes ideas, ilusión, talento y ganas, muchas ganas de seguir. Era una de esas personas que siempre tienen ideas brillantes, de esas que te sorprenden día a día… Lo había conseguido, lo que empezó como “un grupo de amigos con mucha ilusión” se había convertido en una empresa con un número más que respetable de trabajadores. 

Pero algo no marchaba bien, Roberto estaba preocupado porque tenía la sensación de que se estaban estancando, que no podía hacer crecer sus ideas. A él nunca le preocupó demasiado el dinero, siempre se las apañaba para encontrar financiación, pero ahora no era ese el problema. Su pequeño grupo de amigos había crecido demasiado y la gestión de las personas y de los trabajos se estaba complicando demasiado. Seguían funcionando como cuando eran cuatro. Cada uno guardaba su documentación y sus proyectos en su equipo, la información no se compartía, su ilusión y su negocio era un montón de “Reinos de Taifas” donde cada uno tenía “su tesoro” en forma de conocimiento.  

Roberto sabía que lo suyo era la innovación, las ideas, el crear, el construir, así que se dijo… para profesionalizar mi empresa tengo que contratar gestores, personas con experiencia en gestión empresarial, gestión de equipos y conocimiento del entorno empresarial. Así que, dicho y hecho. Contrató a dos expertos, Antonio y Manuel, con mucho bagaje en gestión y en proyectos y les contó su proyecto, lo que quería hacer, lo que había que cambiar para poder seguir creciendo. También les dijo que su empresa era “especial”, que estaba llena de personas con muchísimo talento, que él siempre se había rodeado de los mejores, pero que nunca le habían puesto una “capa de gestión” por encima, así que había que gestionar el cambio poquito a poco. 

Así que empezó el reto del crecimiento de la empresa. Antonio y Manuel empezaron su tarea de conocer la empresa, las personas, los proyectos, la cultura, las políticas, la manera de hacer las cosas. Roberto los presentó a sus chicos como dos “fichajes estrella”, lo mejor de lo mejor que se había encontrado y que iban ayudarles a crecer, a mejorar y a ser los mejores. No se puede empezar mejor ni con más ilusión.

Tras un par de meses de conocimiento, Antonio y Manuel empezaron a proponer ligeros cambios, que fueron recibidos con aplausos por unos… y con uñas afiladas por otros. Unos apostaban por hacer equipo, compartir información, utilizar herramientas de gestión… otros no querían saber nada del cambio. Llevaban demasiado tiempo haciendo las cosas de la misma manera, siendo sus propios gestores y temían por sus puestos si “los nuevos” venían ahora a poner de manifiesto sus debilidades.
Antonio y Manuel trasladaron la situación a Roberto, su preocupación, su necesidad de “involucrarse” de trasladar la confianza en el cambio, en SU proyecto al equipo, que tenía miedo a perder su “poder”. Roberto siempre había sido una persona muy cercana a su equipo, muy protectora del mismo y con mucha confianza en los suyos, con lo que prometió hablar con sus chicos y ayudar al cambio.

El día a día, la necesidad de seguir creando, la ilusión por sus nuevos proyectos, sus nuevas ideas, fueron haciendo que los plazos se fueran alargando, y Roberto pospuso el comunicar a su gente que había otras maneras de hacer las cosas, de evitar la resistencia al cambio. ¿Y qué pasó? Pasó que el excesivo “celo”, el escuchar quejas de “duele cambiar” de sus chicos le hizo perder la confianza en Antonio y Manuel… y decidió despedirlos. Sin más, no era el momento, no estaba preparado, no quería “problemas”… Si hasta ahora le había ido bien haciendo las cosas como siempre se habían hecho en su empresa, en su sueño… ¿Por qué no iba a seguir siendo así?

lunes, 25 de enero de 2016

Quítanos hoy el disfraz nuestro de cada día...

La gran Celia Cruz terminó sus días cantando:

"Ay, no ha que llorar, 
que la vida es un carnaval, 
es mas bello vivir cantando. 
Oh, oh, oh, Ay, no hay que llorar, 
que la vida es un carnaval 
y las penas se van cantando". 

Ayyy querida Celia,
Lo hemos dado vuelta todo.
Antes el carnaval era una celebración 
previa a la cuaresma cristiana, antes del Miércoles de Ceniza,
entre febrero y marzo más o menos.

También se relacionaba con una fiesta en honor a Baco, 
el dios romano del vino, las saturnales y las lupercales romanas, 
o las que se realizaban en honor del toro Apis en Egipto. 
Esta costumbre se expandió por Europa
y fue contagiada en América por los gozadores españoles y portugueses.

Un carnaval reunía disfraces, colores, desfiles, y baile en la calle. 
En general el Carnaval era un tiempo de disfraces, máscaras, fiestas.
Un prepararse para pasar un tiempo de "dolor" y silencio (la cuaresma).
Hoy se relaciona con un tiempo de desmadre: alcohol, descontrol... 
sino vea el carnaval de Venecia o los carnavales de Río de Janeiro.

Pareciera que con el entusiasmo hemos hecho de la vida un carnaval.
Pareciera que no podemos vivir sin el carnaval cotidiano, en que cada uno representa un papel, un rol, un papel teatral: desde la profesión, desde el estatus, desde las apariencias... ¿No somos un conjunto de disfraces, caretas, mascaradas, bailes, comparsas?

¿No vamos por las calles mostrando lo que tenemos y brillando por las lentejuelas, más que por lo que somos realmente?

¿Te revistes o te disfrazas?

Incluso diré algo agresivo: En la Iglesia Católica se habla de que el ministro (diácono, sacerdote, obispo) se "reviste", cuando se coloca su vestimenta litúrgica... frente a esto, yo he pensado muchas veces que muchos de ellos no se "revisten", sino que se "disfrazan" del rol litúrgico que les corresponde, pues cuando salen de ese acto, son los que realmente son: soberbios, ciegos, sordos, arrogantes. 

Tengo un amigo al que le he dicho esto, ofendiendo su amor propio y paciencia... pero lo creo. Por un lado nos "disfrazamos" (no nos revestimos) de hombres de iglesia, de ministros predicando sobre el amor y todo eso, el domingo... pero el lunes, somos los peores negreros en la relación laboral... ¿esquizofrenia religiosa?, en fin...

Más de alguien puede pensar: ¿Y este qué se cree? Por cierto, es respetable opinión, ya que sería feo mirar la paja en ojo del hermano, sin ver la enorme viga que tiene el mío. Lo se, Yo soy el rey de los disfrazados, me gusta el aplauso, soy sordo a entender la realidad de los demás, uso mucha lentejuela afectiva... el peor de todos, pero tengo este blog que me da la libertad de escribir, incluso sobre las incoherencias de mi vida... 

¿Quién dijo que todo está perdido?

Jhon Maxwell estaba convencido que todos los líderes cometen errores. Lo veía como una escuela para formar líderes. La diferencia que provoca el cambio está en que algunos quieren validar sus errores y los justifican y otros los reconocen. Sólo esta toma de conciencia de los propios "carnavales internos", permite un ascenso y alejarnos de la bulla, las apariencias y las máscaras.

¿Podemos reducir el carnaval de las apariencias? 

Sólo si lo queremos. Hay estudios que confirman que el éxito de los líderes, está principalmente en que pueden influir en otros ¿Y sabe cómo?  mediante el paso de la humildad... reconocer y asumir la responsabilidad de nuestros errores y sus consecuencias, en vez de tratar de culpar a otros... por eso rezo: Quítame hoy, el disfraz nuestro de cada día...  amén!!!



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