Esta es una historia casi real...
Un pueblo quiso construir una imagen de Dios.
Todos colaboraron y acordaron todos los detalles:
la cabeza tendría pelo cano,
de hombre sabio, la mirada amplia y acogedora…
cuando llegaron a las manos,
empezaron las discusiones.
- Debe tener las manos como las de mi abuelo, cariñoso que todo lo perdona, siempre.
- Más bien las de un papá exigente, que nos pone normas incluso que nos castiga… por algo el purgatorio y el infierno… no deja pasar ninguna.
- Yo creo dijo un joven que las manos de Dios son las de la tolerancia, que nos deja a todos ser como queremos. No nos exige nada, no obliga… es un Dios paleteado.
- De ninguna forma –dijo una voz anciana- Dios debe tener manos abiertas, el es toda bondad y generosidad…. nos cumple todos los favores que piden nuestras mandas.
- Creo que todos están equivocados, Dios debe tener las manos de un líder, un gran político que ordene el mundo, que cree un orden mundial.
La comunidad no llegó a acuerdo …
¿Cómo cree usted que son las manos de Dios?
¿Qué manos falsas de Dios nos han presentado y enseñado?
¿Qué manos verdaderas de Dios ha conocido?
esta muy padre y profunda la reflexión, ya que nuestra tendencia es crear un Dios a nuestra medida, a nuestra imagen y semejanza, y por estar atados a las falsas imagenes de Dios que nos hemos ido creando a lo largo de nustra vida, no conservamos limpia nuestra mirada ni vacio nuestro para reconocer y permitir que habite en nosotros el Verdadero Dios de Jesús
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