Carta a mi amigo Diego ... ¿Hay alguien por ahí?

Te comparto un intercambio de cartas que he tenido con un gran adolescente, Diego, que por motivos de trabajo de sus padres ha tenido que ir a vivir a un país muy lejano del suyo (Canadá) con cambios radicales en su vida, con una suerte de exilio en sus costumbres, su idioma, amigos, escuela... cultura. Allí nos cuenta su experiencia de la soledad, la desintegración, la (aparente) nada... creo que Diego nos enseña con sus escritos, que también nosotros vivimos esa soledad... tenemos algo de Diego.

Estimado Diego:

Acabo de recibir tus dos hermosas reflexiones: Silencio y Surgir.

Te felicito, lindas, breves y profundas. Dices cosas que hablan muy bien de tus 17 años, eres un tipo profundo, reflexivo... prepárate a sufrir... los que no piensan, no sufren, pero tampoco vivve...

Me llegaron tus poemas por que ellos no solamente expresan tu compleja llegada a esas tierras tan lejanas, Canadá, sino que expresan lo que muchos sufren.

En las crisis y conflictos que vivimos en la sociedad moderna, hay un lugar común que la une: la tremenda soledad que experimentamos, contradictoriamente en un mundo que se jacta de ser tremendamente contradictorio.

A los amigos de mi blog les comparto esta primera reflexión de Diego, 17 años, traslado con su familia a Canadá:

Silencio

 ¿Por qué ya nadie habla? 

El único sonido que escucho es el de mis palabras, 

siento que cada latido es una daga que me apuñala, 

no estoy loco, es sólo que me siento un poco solo.

Esa soledad Diego, ¿te acuerdas cuando la tratábamos de expresar en una frase y le pusimos "crisis vincular"? Eso es lo que sufrimos hoy, estamos desvinculados unos de otros. El tejido que nos unía los hemos roto, cada uno trata de cuidar sus hebras... olvidamos que mis hebras necesitan de las hebras de los otros para hacer un tejido fuerte.

"No estás loco" dices en tu poema ¿estás seguro? ... para muchos eres un loco, porque escribes, porque piensas lo que ellos no piensan. Hay un loco famoso: Jesucristo, ¿qué más loco que dar la vida por gente que no lo quería?...

El mundo necesita un poco de esa locura, de tu locura.  Ahora paso a tu segundo poema:

Surgir

¿Cómo poder expresar mis sentimientos si en este mundo son todos ciegos, es que vivimos en un mundo sucio y con sólo unos lindos momentos.

Con un lápiz y un papel es suficiente, 

son ellos los que están conmigo en cada aventura que mi mente emprende, 

son los que me ayudan a explicar lo que la gente no comprende.

Sé que cuesta con pocos años, tal vez no sepa distinguir aún la realidad de los engaños, 

pero intento comprender día a día lo bueno y lo malo, 

pero sin dejar de lado lo que mis errores me han enseñado.

Tengo claro que aún no llega mi tiempo, recién comienzo a descubrir mi talento,

con el lápiz y el papel hago experimentos de fusionar las rimas con mis sentimientos.

No soy el único en esto, soy uno más de los cientos que han intentado estampar

sus vivencias y pensamientos en el mundo de la poesía.

Algún día voy a surgir, pero aún me falta vivir y aprender a distinguir, 

pero cuando el momento llegue la gente va  a saber de mí.

 Diego, Canada Enero, 2009.

¿Qué te puedo decir amigo? Que tienes mucha razón, pero que también tus sueños están formando un mundo nuevo. En cada una de tus palabras se va conquistando un paso de la gran montaña de tu vida.

Camina abierto a descubrir la belleza en medio del frío, la ventisca, el viento... cuando más avanzas, más fuerte te pegarán. Descubre la belleza del mundo, del macro y lejano, del micro y a veces invisible que te habla del amor de Dios. Descúbrelo en medio de la suciedad que como tu dices, tiramos los humanos. Abre los ojos, discierne la verdad del error, la mentira de los engaños, pero también confía en quienes te acompañan en tu crecimiento.

Pese a todo existen tantas razones para abrir los ojos y agradecer por lo que ves. No cierres tu mirada, ábrete a la palabra, crea con ella los universos que más tarde serán realidad en tus manos, en tu vida.

Un abrazo de quien te aprecia mucho.

Winston