Estas navidades
de mercado
ocultan al Dios
que no se vende
sino que se hace
gratuidad al 100%
¡Todo es gratis,
todo es gracia, todo es don!
- grita Dios desde la tierra-
contradiciendo a los políticos
y líderes de este mundo.
Dios no quiere transacciones
no espera mi regalo por sus regalos.
No espera rodillas rotas
como "gracias por favor concedido".
Dios no espera
lo que nosotros creemos que espera.
Pareciera que quiere silencios
más que doradas palabras,
pareciera que quiere de montes y casas
más que de altares brillantes y lejanos.
Pareciera que Dios se achuncha
frente al boato y tanta palabra reverenciada.
Dios no espera
lo que nosotros creemos que espera.
Pareciera que un corazón
temblando de frío, de pena, de abandono,
le llama mucho más
que un corazón dopado por sus rezos.
Pareciera que Dios se arrodilla
ante un corazón derrotado
por las violencias humanas.
Pareciera que Dios se humilla
ante un corazón arrepentido.
wed