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Foto: Tomada de www.sehacesaber.org |
DECIMO CUARTO TEXTO ACTIVO.
La pequeña burbuja de jabón
quería permanecer,
proyectar su existencia.
Corría de un lado a otro,
gritaba aterrada por ayuda,
luchaba contra las corrientes de aire,
se alejaba de las manos
que la deseaban coger,
que la deseaban coger,
imploraba permanecer
y abandonar su fragilidad.
y abandonar su fragilidad.
De pronto una pequeña ramita
reventó a la pequeña
burbuja...
No supo disfrutar su pequeña armonía,
su leve y breve existencia.
su leve y breve existencia.
La angustia por su finitud
cegó su mirada para valorar
su redonda hermosura,
su existencia breve pero gracil,
los arcoiris que sus movimientos creaban,
la alegría de los niños que corrían tras ella...
el temor le nubló la mirada...
el temor le nubló la mirada...
EJERCICIO DE REFLEXION Nº 14.
- En ocasiones ¿No somos como una burbuja pequeña, quejumbrosos seres, ciegos a la maravilla que cargan en su propia y sencilla existencia?
- ¿No somos nosotros mismos que nos transformamos en torpes y dolidos caminantes que anulan su ruta y sus pasos?
- ¿A pesar de que somos pasajeros, peregrinos por estas tierras, no insistimos con permanecer, quedarnos en las cosas, en los cargos, en el estatus, en el afecto y en las gentes?
- ¿Siente usted que somos seres transitorios, marcados por las despedidas, el olvido, la negación, la soledad, la separación, que vamos permanentemente de camino hacia un fin, una despedida?
- Sabemos que un adiós siempre nos espera... pero esta realidad que expresa nuestras limitaciones humanas ¿Puede lograr segarnos para ver lo que nos hacer relacionarnos y crecer con otros?
- ¿He logrado valorar también que somos seres de encuentro, de abrazos, de mesa puesta y camaradería, de recuerdos y besos?
Una enseñanza chiquita:
Si las mariposas tuvieran la posibilidad de pensar en lo breve de su existencia, lo ingrato del tiempo que no la deja permanecer en la historia... solamente gracias a que no existen estas “reflexiones” para la mariposa, es que podemos ver como su vida toma sentido en la alegría que causa, en la polinización de las flores, en abrirnos a la vida, los colores y olores de la primavera.
La
Mariposa se hizo signo de vida, pese a su corta existencia, se hizo signo de
primavera, gracias a que no es derrotista, a que no se recrimina desde lo que
tiene, sino asumiendo la vida tal y como la hacemos... Si las mariposas tuvieran la posibilidad de pensar en lo breve de su existencia, lo ingrato del tiempo que no la deja permanecer en la historia... solamente gracias a que no existen estas “reflexiones” para la mariposa, es que podemos ver como su vida toma sentido en la alegría que causa, en la polinización de las flores, en abrirnos a la vida, los colores y olores de la primavera.
AUTOR:
Winston H. Elphick D.
Santiago de Chile, julio 2013
www.winstonelphick.net