El artículo anterior hablamos de la primera V:
La Vida, como riesgo...
La Vida, como riesgo...
Ahora sobre las dos restantes: Velocidad y Vértigo.
Hay una relación entre ellas y un enorme riesgo.
La velocidad es buena, nos permite avanzar y llegar al objetivo que esperamos.
La velocidad nos traslada a otras realidades...
Pero en un segundo ella misma nos puede seducir y llevar al desequilibrio.
Cuando la velocidad se convierte en carrera,
en competencia, en prisa y locura, se vuelve tu enemigo.
Esa velocidad cuando se mezcla con adrenalina, se convierte en VERTIGO.
La velocidad normal de ruta siempre tiene por meta un destino,
que busca llegar al encuentro de un paisaje o de gente que nos espera.
El vértigo es la locura del que corre sin destino.
Nos hace correr ciegos y locos,
pero no nos lleva a ningún destino, a ningún encuentro.
Es la sensación de correr y romper limites,
aún a riesgo de perder el equilibrio,
es un mareo que experimentamos
cuando aceleramos la vida más allá de lo prudente.
Es el ajetreo loco de quienes corren buscando, sin saber lo que se busca.
No lo sabemos, pero la mejor forma de avanzar es deteniéndose.
La mejor forma de llegar, es parar.
La prisa nos mata... sin embargo la prefiero en forma irracional... ufff
No pocas veces se me viene una frase que me incomoda:
Ganamos la carrera, pero perdimos la meta...
w
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| FOTO: W. Elphick D. |
Hay una relación entre ellas y un enorme riesgo.
La velocidad es buena, nos permite avanzar y llegar al objetivo que esperamos.
La velocidad nos traslada a otras realidades...
Pero en un segundo ella misma nos puede seducir y llevar al desequilibrio.
Cuando la velocidad se convierte en carrera,
en competencia, en prisa y locura, se vuelve tu enemigo.
Esa velocidad cuando se mezcla con adrenalina, se convierte en VERTIGO.
La velocidad normal de ruta siempre tiene por meta un destino,
que busca llegar al encuentro de un paisaje o de gente que nos espera.
El vértigo es la locura del que corre sin destino.
Nos hace correr ciegos y locos,
pero no nos lleva a ningún destino, a ningún encuentro.
Es la sensación de correr y romper limites,
aún a riesgo de perder el equilibrio,
es un mareo que experimentamos
cuando aceleramos la vida más allá de lo prudente.
Es el ajetreo loco de quienes corren buscando, sin saber lo que se busca.
No lo sabemos, pero la mejor forma de avanzar es deteniéndose.
La mejor forma de llegar, es parar.
La prisa nos mata... sin embargo la prefiero en forma irracional... ufff
No pocas veces se me viene una frase que me incomoda:
Ganamos la carrera, pero perdimos la meta...
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