Inicio esta reflexión desde una publicidad, que creo bastante tonta, de una marca de autos.
Mitsubishi y su todoterreno Outlander.
Primeramente: Una nota para sus publicistas y sus ideas absurdas
¿No podían imaginar otra motivación para sus ventas?
¿Siguen creyendo que los "consumidores" no pensamos?
Es cierto que somos vanidosos...
pero no nos gusta que nos exploten por nuestras debilidades...
no somos tontos oye!!
Tampoco quiero tomarme de su tonta publicidad para hablar de la Vanidad como "pecado".
A pesar de que la antigua doctrina siguiendo a san Juan Casiano y a san Gregorio Magno
indica que los vicios van unidos a las virtudes que atacan.
Por eso hablan de los "pecados capitales", porque generan otros otros vicios.
Los capitales son la soberbia, la avaricia, la envidia, la ira, la lujuria, la gula, la pereza.
Pero no quiero centrar el tema en el "pecado", sino en el culto a la vanidad,
como variable convivencial, más que como una variable religiosa, culposa o doctrinal.
¿Qué es la vanidad?
Una idea cercana: Vea un programa de farándula, observe a nuestros políticos gana cámaras...
Ella es simplemente un YOISMO excesivo, un creer en las habilidades propias como inigualables.
Nos hace pensar que somos irresistibles para los demás.
Es la arrogancia, el engreimiento, la multiplicación de la soberbia.
Es un lente que me hace mirar pequeños a todos, pero que me engrandece en forma mentirosa.
¿Madre de los vicios?
La vanidad ha sido llamada como un "Vicio maestro", es decir un generador de otros vicios.
Me hace ganar confianza demostrando al mundo que "tengo" muchas cosas,
que he logrado lo otros sueñan por alcanzar (Por eso compre este Outlander!!).
Me lleva a sentirme tan autosuficiente y poderoso que me dice que no necesito de nadie,
de otros compañeros o incluso de Dios...
Es el culto al YO desmadrado.
Es la brutal idolatría de la persona y sus posesiones... un culto.
Es un "narcisismo" extremo que me disfraza como poderoso en todo sentido.
Agrego un pensamiento de un ateo, por tanto que no cree en los "pecados"
que nos habla este "genial" publicista de Mitsubishi:
"La vanidad es el temor de parecer original" (Friedrich Nietzsche).
Culmino con una pobre frase personal:
De mi abuela aprendí que no iba a SER más por los aplausos y alabanzas,
ni menos por las pifias y criticas...
chao vanidad!! chao Mitsubishi!! Chao publicista rasca!!
Firmo yo como siempre (W. Elphick)
y no crea que estoy pagado por la Suzuki o Mazda...
Mitsubishi y su todoterreno Outlander.
Primeramente: Una nota para sus publicistas y sus ideas absurdas
¿No podían imaginar otra motivación para sus ventas?
¿Siguen creyendo que los "consumidores" no pensamos?
Es cierto que somos vanidosos...
pero no nos gusta que nos exploten por nuestras debilidades...
no somos tontos oye!!
Tampoco quiero tomarme de su tonta publicidad para hablar de la Vanidad como "pecado".
A pesar de que la antigua doctrina siguiendo a san Juan Casiano y a san Gregorio Magno
indica que los vicios van unidos a las virtudes que atacan.
Por eso hablan de los "pecados capitales", porque generan otros otros vicios.
Los capitales son la soberbia, la avaricia, la envidia, la ira, la lujuria, la gula, la pereza.
Pero no quiero centrar el tema en el "pecado", sino en el culto a la vanidad,
como variable convivencial, más que como una variable religiosa, culposa o doctrinal.
¿Qué es la vanidad?
Una idea cercana: Vea un programa de farándula, observe a nuestros políticos gana cámaras...
Ella es simplemente un YOISMO excesivo, un creer en las habilidades propias como inigualables.
Nos hace pensar que somos irresistibles para los demás.
Es la arrogancia, el engreimiento, la multiplicación de la soberbia.
Es un lente que me hace mirar pequeños a todos, pero que me engrandece en forma mentirosa.
¿Madre de los vicios?
La vanidad ha sido llamada como un "Vicio maestro", es decir un generador de otros vicios.
Me hace ganar confianza demostrando al mundo que "tengo" muchas cosas,
que he logrado lo otros sueñan por alcanzar (Por eso compre este Outlander!!).
Me lleva a sentirme tan autosuficiente y poderoso que me dice que no necesito de nadie,
de otros compañeros o incluso de Dios...
Es el culto al YO desmadrado.
Es la brutal idolatría de la persona y sus posesiones... un culto.
Es un "narcisismo" extremo que me disfraza como poderoso en todo sentido.
Agrego un pensamiento de un ateo, por tanto que no cree en los "pecados"
que nos habla este "genial" publicista de Mitsubishi:
"La vanidad es el temor de parecer original" (Friedrich Nietzsche).
Culmino con una pobre frase personal:
De mi abuela aprendí que no iba a SER más por los aplausos y alabanzas,
ni menos por las pifias y criticas...
chao vanidad!! chao Mitsubishi!! Chao publicista rasca!!
Firmo yo como siempre (W. Elphick)
y no crea que estoy pagado por la Suzuki o Mazda...
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Un ejemplo de una pobre y tonta publicidad... |