domingo, 7 de agosto de 2011

La enseñanza de esa pobre zapatilla Bata...


¿Una simple zapatilla, nos puede servir de enseñanza
sobre el uso y valor de las cosas?


¿Sabes que en mi tiempo de estudiante, 
las cosas costaban un poco más que ahora?
Si, costaba obtener un par de zapatillas, por ejemplo.
Yo soy de la generación de esas zapatillas Bata,
blancas y delgaditas, deformables 
y con el tiempo poco perfumaditas...

Recibir esa zapatilla tenía algo de regocijo...
tampoco era un sueño y una fiesta,
pero abrir esa caja, también blanca, 
tenía algo de celebración,
al fin sería una compañera de mucho tiempo...
Estaba a mi cargo y yo tendría que cuidarla
y cada cierto tiempo lavarla y quererla...

Hoy Natalia querida hemos facilitado tanto las cosas
que no sabemos percibir el valor que ellas tienen.
¡Pero Papá, hoy son otros los tiempos!
Es cierto, pero podemos sacar algo positivo de los tiempos viejos.
Por ejemplo, podríamos valorar un "minimalismo" familiar...
Hoy esta tendencia está de modo entre los diseñadores,
es esa idea de decorar los ambiente con pocas cosas,
de tal forma que con lo "mínimo" la casa o el departamento
se vea bonito, acogedor, con espacios agradables.

En los tiempos antiguos podíamos vivir con ese minimalismo,
esta zapatilla era un signo de eso...
teníamos que hacerla durar para todo el año, así era.

Hoy el costo de las zapatillas permite comprarlas facilmente,
las chinas y las de marcas nos han llenado el closet 
de muchos pares de ellas con formas y colores increíbles.

¿No sientes que eso mismo 
nos ha hecho perder el VALOR de las cosas?
Así como las adquirimos, las desechamos:
¡total cuestan tan poco, por tanto valen tan poco!

Pero en esta nueva percepción de las cosas,
perdimos la fuerza y la diferencia entre COSTO Y VALOR.
Hoy las cosas CUESTAN POCO 
(tenemos acceso a mayor poder adquisitivo)
pero eso mismo nos provoca una actitud interna
de bajarle el VALOR a las cosas ... todo es desechable,
¡Hoy sale más barato comprar un artículo nuevo que arreglarlo!

Efectivamente, hemos perdido el valor de las cosas,
este facilismo de que todo CUESTA Y VALE POCO,
nos ha llevado a tener una mentalidad y una actitud 
de que las cosas las podemos obtener y cambia con facilidad...
y eso lo hemos llevado a otros ámbitos de la vida.
Pocas cosas creemos que son para toda la vida,
incluso el matrimonio, los amigos, la fe, la palabra empeñada...

2 comentarios:

  1. Leí este artículo y he descubierto que mi vida también estuvo marcada por una humilde zapatilla que mi mamá me hizo lavar muchas veces con una escobilla.
    Además también creo en esa visión de que lo que cuesta poco tiene por tanto muy poco valor. De esta manera me parece muy relevante realizar en nuestros niños y niñas como parte de la educación reconocer el esfuerzo en cada una de las cosas como el inicio de los proyectos en la vida.
    Romina Arancibia.

    ResponderBorrar
  2. Muchas gracias Romina por tu hermoso comentario... creo que esa simple zapatilla además fue nuestra maestra en sencillez... uf, como cambiaron los tiempos...

    ResponderBorrar

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