- pobreza y riesgos;
- desarrollo de capacidades;
- generación de oportunidades;
- juventud, familia y sentido de pertenencia;
- y la institucionalidad y las políticas de juventud.
- Un 35% de los jóvenes en la región vive en la pobreza, y otro 11,4% en situación de indigencia.
- Un 69% de los jóvenes latinoamericanos se sienten discriminados, cifra particularmente alta en la República Dominicana (84%), Ecuador (81%) y Bolivia (79%); más del 20% afirma que se siente discriminado por ser pobre.
- La educación no les ha servido como palanca para la movilidad social.
- Pese a la importancia de la educación secundaria completa, la mitad de los jóvenes latinos no la culminan.
- Las estrategias de desarrollo que dejan a la educación técnico–profesional al exclusivo arbitrio de mecanismos de oferta y demanda, solo permiten el acceso a los niveles más avanzados de calificación a una elite reducida de jóvenes.
- Los logros de los estudiantes iberoamericanos, y en particular latinoamericanos, están por debajo de los países de mayor desarrollo (OCDE, 2000; 2006). De modo que el aumento en cobertura y acceso no ha resuelto problemas de calidad ni de equidad, lo que no permite el desarrollo pleno de las potencialidades de los jóvenes.
- La falta de pertinencia y relevancia de los contenidos curriculares, además de la escasez de conocimientos importantes para el ejercicio pleno de la ciudadanía, afecta en particular a jóvenes para quienes la educación es la herramienta exclusiva que permite acceder al empleo digno y a una vida más autónoma.
- Han logrado mayores grados de estudio, "más educación pero menos empleo; más información, pero menos poder; más consumo simbólico, pero menos consumo material; más expectativas de autonomía, pero más dificultades para formar hogares propios”.
- Un 10,9% se sienten discriminados porque no cuentan con suficiente educación.
- La educación como palanca de movilidad social, "no funciona igual para todos los jóvenes (...) Los que tienen menos probabilidades de concluir la enseñanza secundaria son los jóvenes cuyos padres no terminaron la enseñanza formal, los de origen indígena y afrodescendiente, los residentes en zonas rurales y los que gozan de menor bienestar material," dice el informe.
- Esto resta fuerza al valor “meritocrático” de la movilidad social en las sociedades modernas, en las que teóricamente el nivel de bienestar que alcanza cada individuo pasa a depender principalmente de sus propios esfuerzos y opciones, y no tanto de características propias de su situación de origen. En la mayoría de los países de la región, las circunstancias de origen siguen influyendo notoriamente en el éxito escolar de los jóvenes y, por ende, en sus inserciones laborales y las consiguientes posibilidades de ascenso social.
- Los jóvenes manifiestan una alta desconfianza de las instituciones políticas.
- Tampoco confían en terceros. Menos del 20% de los jóvenes consultados cree que se puede confiar en la mayoría de las personas, y en países como Brasil y Nicaragua, la desconfianza hacia quienes los rodean es extremadamente alta (95% y 89%, respectivamente).
Argentina (9/12) | Bolivia (8/12) | Costa Rica (10/11) | Brasil (8/11) | Portugal (9/12) |
Colombia (9/11) | Venezuela (10/11) | Cuba (9/12) | República Dominicana (8/12) | Honduras (6/12) |
Perú (11/11) | Chile (12/12) | Ecuador (9/12) | El Salvador (9/12) | Guatemala (9/11) |
España (10/12) | Paraguay(9/12 Uruguay (9/12) | Panamá (9/12) | México (9/12) | Nicaragua (6/11) |
- La juventud lidera la comprensión y uso de las nuevas tecnologías, pero existen las diferencias por edad, nivel socioeconómico y educación marcan claramente la brecha digital en términos de acceso, intensidad y contextos de uso, lo que podría exacerbar las brechas socio-económicas preexistentes, minando precisamente la cohesión social".
- La juventud es la vanguardia en las comunicaciones y el conocimiento, dice el estudio, pero resulta notoria la brecha digital debido a diferencias socio-económicas y educacionales.
- Han crecido los niveles de educación, dando más oportunidades de inclusión social.
- Existe una mejor conectividad educativa que comienza a extenderse hacia las nuevas generaciones en todos los estratos sociales, al ampliarse el acceso a través del sistema escolar.
- "El desafío es avanzar en mayor igualdad de logros entre jóvenes de distintos niveles de ingresos familiares, zonas de residencia e identidades étnicas.
- Es necesario complementar los saltos en educación con políticas que reconstruyan los eslabones perdidos en el tránsito de la educación al trabajo," concluye el informe.