Otra cosa es la POBREZA EVANGÉLICA, este deseo del cristiano de poner toda su seguridad y esperanza en el amor de Dios. No significa dejar de tener lo necesario para vivir, es tener como si no tuviésemos, es compartir lo tenemos, es no quedarnos centrados en lo que tenemos... sobre esto encontré un texto de Laura, Odontóloga de Bahía Blanca, Buenos Aires, Argentina, es hermoso. Ojalá te agrade.
No soy pobre porque:
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Ser Pobre Evangélicamente, es colocar la mirada en Jesús, es saber que somos indigentes y que su amor nos sostiene. |
- No acepto las limitaciones de los otros.
- Deseo poseer a los que amo.
- No acepto que me critiquen.
- No soporto que mis ideas sean puestas en tela de juicio.
- Rechazo que me saquen de la imagen que los otros se han hecho de mí.
- Soy cobarde por temor a quedar mal.
- Me creo autosuficiente.
- No les doy a los otros la posibilidad que ellos me den.
- No he llegado a amar lo imprevisto, estoy instalado.
- No necesito a los demás.
- No soy suficientemente paciente.
- Me atribuyo lo positivo de las situaciones
- Pienso mucho en mí, todo lo paso por mi yo.
- Soy exigente respecto a los demás.
- Espero con mucha facilidad que me alaben.
- No acepto lo que hay de negativo en mí.
- Creo ser más de lo que soy.
- No asumo mi debilidad económica.
- No se ver los gestos atentos y delicados de los demás.
- No se vivir en la alegría.
- Siempre salgo con la mía.
- Estoy satisfecho, instalado, seguro.
- Tengo miedo de que vean mi pobreza.
- Me creo una persona importante, juzgo, critico, condeno.
- Me da rabia cuando no puedo solucionar problemas.
- No acepto ser impotente.
- Soy un insatisfecho.
EL POBRE (René Voillaume)
No se impone a los demás, busca con los otros.
Si los demás crecen, no piensa que es por su influencia.
Es paciente, no es envidioso.
No se jacta de lo que hace.
No es descortés.
No es interesado
No se enoja
No se complace sino en la verdad.
Todo lo excusa.
Todo lo tolera,
Todo lo espera,
Busca el último lugar y
Ama el ser desconocido y
Que se lo tenga por nada.